El culebrón de la supuesta venta de "Ambiciones" ha llegado a su fin. Una de sus protagonistas, María José Campanario, ha entrado en directo en el programa Espejo Público para confesar que: "Todo el tema de la venta ha sido una broma". Con estas firmes palabras la mujer de Jesulín pone punto y final a una semana de informaciones en las que el propio torero llegó a hablar con el programa Corazón de TVE para confirmar que el bastión familiar que compraron en la juventud del diestro estaba en venta y contar que el nuevo dueño de ambiciones era Fernando Esteso, el cual le había entregado una señal hacía tres semanas.

Una broma que ha llegado muy lejos, donde todos los medios se han puesto en contacto con ambas partes, y que María José excusa en estar cansada de desmentir informaciones falsas: "Se dicen muchas cosas. Llevo trece años desmintiendo y llega un momento que cansa estar todos los días diciendo: que es mentira que nos separamos, que nos mudamos, etc. Fue una broma que se gastó a una redactora y Javier López, el representante de Fernando Esteso, la ha continuado". Tan solo se desligaba de este asunto, una persona de la confianza del actor, nos contaba a CHANCE, que le sorprendía y le extrañaba.

Todo apunta a que María José y Jesulín han utilizado esta inocentada para descubrir quién es el topo de Ambiciones, como si del mismo policía Torrente se tratase el matrimonio Janeiro se ha puesto a investigar. Su esposa ha confesado cómo nació todo: "Surge como surgen muchas noticias por una persona cercana a la familia que le gusta mucho hacer daño y que lleva muchos años contando informaciones falsas. Es una persona que le gusta darse importancia y conseguir simplemente que alguien le escuche".

De esta manera, el matrimonio ha conseguido averiguar quien es el topo de Ambiciones, desmintiendo que sea Laly Bazán. Campanario comenta que está muy cansada de que alguien de la familia de su marido cuente informaciones con el único propósito de hacerles daño: "Yo también quiero que os pongáis un poquito en nuestra piel, ¡qué ya está bien!".

Una broma que ha llegado muy lejos y para los que los protagonistas se han metido en el papel. El representante de Fernando Esteso ha llegado a contar que el actor era un mero intermediario entre Jesulín y los compradores, unos empresarios argentinos que habrían comprado la finca por cinco millones de euros.

Una cifra altísima que ha hecho reír a María José: "Por cinco millones vendo Ambiciones" decía entre risas pero no será así. Los de Ubrique se quedan en Ambiciones y no venden su finca, ya que como la misma María José comenta, no pueden vivir sin ella: "Echaría mucho de menos Ambiciones, hemos vivido muchos momentos buenos allí".