Isabel Pantoja salió ayer, a las 13.15 horas, de la prisión sevillana de Alcalá de Guadaíra para disfrutar de un permiso carcelario de cuatro días, el primero que se le concede, entre vítores de varias decenas de seguidores que le gritaron «guapa, guapa» en numerosas ocasiones. Su hermano Agustín la recogió en un Fiat rojo y la llevó a su finca gaditana de Medina Sidonia, donde se va a recluir en este periodo junto a sus familiares y su núcleo más íntimo.

La cantante entró en prisión el pasado 21 de noviembre para cumplir dos años por blanquear dinero de su expareja, el exalcalde de Marbella Julián Muñoz, entre 2003 y 2005, por medio de la adquisición de un apartamento en el Hotel Guadalpín, el chalé de lujo La Pera y la entrada en sus cuentas societarias y privadas de un importe líquido cuantioso. La Audiencia Provincial, pese a ser la primera vez que delinquía y estar condenada a dos años o menos, se negó a suspender la ejecución de la condena por la gravedad de su conducta.

Ya ha cumplido una cuarta parte de esa condena y paga cada trimestre una letra de 210.000 euros de una multa total de 1,14 millones. Todo ello, junto a su buena conducta y a su arrepentimiento -que no ha hecho público-, le ha permitido disfrutar de cuatro días de permiso. Al salir, poco antes del mediodía, llevaba un pantalón blanco y una blusa roja. El pelo lo llevaba recogido en una coleta y portaba un bolso grande blanco. En esta ocasión, no se acompañó de sus eternas gafas del sol.

La expectación a las puertas del penal era importante y numerosos cámaras de televisión, fotógrafos y periodistas la esperaban, así como decenas de fans. Su hermano Agustín la llevó hasta Cantora, donde pasará estos días junto a su madre, doña Ana, su hijo Kiko y su novia, Irene, además de su nieto Francisco. También estarán su hermano Bernardo, la mujer de éste y su sobrina Anabel.

El hecho de pasar estos días en Cantora junto a sus familiares podría haberle restado dos días de permiso, pues es habitual recortarlo cuando se pernocta en otra provincia distinta a la del centro en el que se cumple una pena. Tiene que dormir obligatoriamente en Cantora, aunque, si visitase otra provincia -tiene propiedades y amigos en Sevilla y Madrid-, debería comunicarlo al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 2 de Sevilla, el órgano que accedió a darle el permiso tras autorizarlo la Junta de Tratamiento de la prisión.

La Fiscalía también apoyó su salida puesto que no existe riesgo de fuga ni de que vuelva a delinquir, puesto que desde su detención, en la madrugada del 3 de mayo de 2007, cuando fue arrestada por orden del juez Miguel Ángel Torres, no ha incurrido en ninguna infracción penal. En apenas un mes y medio podrá pedir el tercer grado penitenciario.