Miguel Bosé: reunificación familiar en México, anti-covid y biografía en camino

El cantante ha colgado una foto en redes con sus hijos y los de Nacho Palau en México

Miguel Bosé durante un concierto en Valencia en 2015

Miguel Bosé durante un concierto en Valencia en 2015 / EFE

Carla Melchor

Desde hace algunos meses, Miguel Bosé está por todas partes. Hay dos causas principales: sus polémicas declaraciones sobre el coronavirus (es un negacionista acérrimo) y su mediática ruptura con el valenciano Nacho Palau, con el que ha criado a cuatro niños nacidos por gestación subrogada.

La disputa familiar entre Palau y Bosé ha dado un nuevo giro esta semana. Pues el cantante se ha reencontrado después de seis meses con Ivo y Telmo, hijos de Nacho Palau, quienes viven en el municipio valenciano de Chelva. Los menores viajaron a México, donde han permanecido veinte días en casa del que -hasta la separación del artista y su pareja durante veintiséis años- era su padre y el hogar familiar. La última vez que estuvieron juntos fue este verano, cuando pasaron parte de las vacaciones entre Chelva y Somosaguas, según el pacto al que habían llegado los padres respectivos. El acuerdo venía impuesto por una sentencia judicial en la que se decía que los niños (aunque no fueran hermanos biológicos) debían mantener un contacto presencial. 

Su entrevista con Jordi Évole el pasado domingo en La Sexta ha sido lo que ha desatado su presencia en los medios. Durante la entrevista, el cantante confesó que había sido drogadicto hasta hace siete años. De hecho, llegó a consumir 2 gramos de cocaína al día. Al parecer, sus inicios en la droga estuvieron marcados por un desamor, del que Bosé quiso desquitarse con la fiesta, la droga y la promiscuidad.

"A partir de ahí solo conocí la luna, la noche y la parte oscura de Bosé y de Miguel. Las drogas son unos estados que utilizados bien dan mucho conocimiento y te dan puntualmente unas visiones de cosas que son interesantes, revolucionarias incluso. Pero cuando pasan a ser un consumo habitual, pierden ese sentido. Me desperté un buen día y dije 'se acabó'”.

Tras 20 años de consumo y estando “muy enganchado”, cuenta que “dejó de ser diversión y fiesta, como al principio. Se trasladó a la dependencia... Cuando ya es a diario empieza a perder la gracia y empieza a ser un problema serio”.

Sin embargo, el último capítulo de su vida sentimental es el que lo tiene más preocupado. La ruptura con el valenciano Nacho Palau, con quien mantiene una batalla judicial. Al parecer, el cantante ha perdido la voz a causa de la ansiedad que le ha provocado el proceso. "Estoy de puta madre, pero mi voz va y viene. Es un problema emocional. Me doy cuenta de que estoy perdiendo la voz en el momento en que las cosas empiezan a ir mal en mi familia, que no es una familia, sino un acuerdo de convivencia que tienen dos personas que tuvieron una relación y que por buen rollo deciden seguir adelante para que los hijos puedan crecer juntos como hermanos, como siempre habían pensado desde el primer momento. El problema lo tienen los mayores porque son los que tienen que decidir y cargar con las responsabilidades. Yo no estaba preparado. Cuando el amor y el enamoramiento desparecen y la amistad se difumina y se pierde la admiración por la persona con la que estás, es lo más triste. Cuando todo se derrumba, en mi caso por discreción o educación, aguantas. Cuando aguantas eso se envenena y cuando estalla, estalla mal. Ahí empiezan los problemas serios".

El cantante prepara actualmente una autobiografía que se publicará el próximo mes de noviembre. En ella, se sumergirá aún más en su infancia, marcada por la figura de su padre Luis Miguel Dominguín, torero mediático y mujeriego que formaba parte del círculo íntimo de Franco.

La segunda parte de la entrevista a Bosé se emitirá el próximo domingo en La Sexta. En ella se espera que el cantante se centre en la actualidad, de este modo, se centrará en su visión sobre la pandemia.