Quique González (Madrid 1973) tras acabar sus estudios y realizar diversos trabajos en Mallorca y Londres, comenzó a dedicarse a la música, su gran pasión. Tocó en numerosos bares hasta empezar con una multinacional con la que grabó sus primeros tres discos. En 2003 da el salto a un sello creado por él mismo y actualmente trabaja con una firma independiente.

-Lleva más de una década en el mundo de la música. ¿Qué queda del chico que comenzó a tocar con su guitarra en pequeños locales en Madrid?

-Queda todo, aunque ahora sea una versión evolucionada. Me sigo considerando un músico de club. Empecé a tocar en bares con mi guitarra acústica y eso lo mantengo. A lo largo de estos años mi música ha cambiado un poco, porque he trabajado con distintos músicos y distintos productores, pero no he cambiado tanto mis canciones.

-Ha variado los temas que aborda.

-Es algo normal porque a medida que creces te van interesando otras cosas. Todas tus experiencias se meten en tus canciones y escribes en función de esa materia prima.

-¿Qué le preocupa ahora a Quique González?

-En mi último disco escribo sobre la amistad y sobre el momento actual. La amistad ya ha estado presente en otros trabajos, pero en este lo hace de manera más particular. Tengo una canción que se llama '¿Dónde está el dinero? ' que se puede pensar que hace alusión al caso Bárcenas, pero realmente la escribí meses antes de que saltara el escándalo. Creo que todos sabíamos que había algo, aunque desconocíamos los detalles. Yo soy un observador de mi tiempo. Cuento lo que veo, no me invento nada. Cada uno tiene el derecho y la obligación de quejarse cuando cree que está viendo situaciones injustas, como sucede ahora pues la riqueza está muy mal repartida.

-Acaba de publicar 'Delantera mítica. Obra completa' un triple CD que recoge las canciones del álbum en las tres versiones de las canciones, las maquetas originales, la grabación del disco realizada en Nashville y 13 canciones grabadas en distintos conciertos de la gira.

-En la gira estábamos grabando los conciertos. Los empezamos a escuchar, me gustaba cómo estaba la banda y cómo habían evolucionado las canciones. Tenía las maquetas que estaban grabadas de una manera básica. Las volví a escuchar y pensé que era una buena idea de cara a los coleccionistas y a los seguidores una edición donde tuvieran acceso a las tres fases de los temas, desde la maqueta, el disco en estudio y en directo. Me ha movido a hacerlo el hecho de no haber tenido nunca en mis manos un trabajo que te ofrecieran los tres estados de las composiciones.

-¿Qué le impulsó a volver a grabar en Estados Unidos?

-Tener la oportunidad de volver a trabajar con Brad Jones, que fue mi productor en el trabajo anterior, y con los músicos que grabaron 'Daiquiri blues'. Quería volver a repetir la experiencia y Nashville es una ciudad maravillosa para hacer música. «Delantera mítica» es una forma de llamar a la cuadrilla de amigos con las que jugabas de niños y que se han convertido en tus verdaderos amigos. Musicalmente es un álbum más crudo que el anterior, tiene menos instrumentación. Es crudo también en las letras y quizá tiene más de mala leche por el cabreo congénito y el adquirido. (Risas).

-En este trabajo se ha rodeado también de amigos. Es el caso Leiva o Zahara.

-Me ayudó a escribir una canción Leiva y otra César Pop. También ha colaborado Zahara, una cantante sensacional que ha hecho una aportación fantástica. Me gusta compartir y hacer cosas con otros cantantes cuyos temas me gustan. Es un lujo estar en el estudio con alguien a quien admiras.

-Usted apostó por su propio sello en un momento en el que comenzaba a ponerse en duda el futuro de las discográficas y luego por firmas independientes para publicar sus discos. Desde su perspectiva ¿cuál es el panorama del sector?

-Veo que todo el mundo está muy perdido y tiene muy poca paciencia. Esta industria ha generado mucho dinero que no se ha visto invertido en infraestructuras para tocar y realizar conciertos o apoyar a grupos con talento. Yo lo tengo complicado pese a llevar 15 años tocando. Salir a tocar todavía es ir a la guerra, pues cuando vas a un concierto todavía no sabes si tendrán un camerino, ni sabes qué te vas a encontrar. Pese a las dificultades hay que mantener la ilusión y seguir peleando y tocando.

-¿Qué le diría a Wert si lo tuviera delante?

-Realmente no tengo nada que decirle. Eso sí me encantaría decirle adiós (risas). Es el ministro peor valorado y es el titular de Cultura que más daño le ha hecho a la música, al teatro o al cine... a toda la industria cultural. No hay nadie que haya atacado y metido un hacha tan grande como él al permitir el 21% de IVA. Ha destrozado una industria y esperamos que baje el gravamen. En Francia tenía un 8% de IVA en cultura y lo han bajado al 5%. Espero que aquí lo tengan en cuenta dado que si copiamos de fuera tanto ¿por qué no eso? Montoro intenta justificar el descenso de espectadores en el cine diciendo que en España no se hacen buenas películas, pero los buenos filmes los están haciendo ahora ellos. (Risas). Los políticos nos están ofreciendo a diario las mejores cintas, no sé de qué género, pero tendría como banda sonora 'Coge el dinero y corre'.