María Ripoll (Barcelona, 1964) tiene acostumbrados a los espectadores a que el amor ronde por sus filmes. Sin embargo, para la responsable de 'Lluvia en los zapatos' o 'Tu vida en 65 minutos', "en las películas sobre sentimientos las directoras tenemos mucho cuidado de no caer en la cursilería. De no pasarnos con el azúcar. En cambio, el hombre, cuando se pone a ello, no suele marcarse límites".

'Ahora o nunca', su nuevo trabajo, es una comedia romántica de acción sobre dos jóvenes que desean casarse, pero las circunstancias se lo ponen difícil. "Es que casarse hoy en día no resulta fácil", explica entre risas. "A veces, porque no se quiere lo suficiente o porque los valores andan trastocados. Yo sí creo en el amor, pero no demasiado en la pareja, porque pienso que tanto los hombres como las mujeres nos hemos hecho muy individualistas".

María Valverde y Dani Rovira protagonizan este divertido relato que demuestra que "unos y otras somos románticos en la misma medida". Sobre el actor, destaca cómo pone en evidencia "cuánto ha cambiado el concepto de galán. "Ahora se prefiere al tipo normal, empático y buena persona, antes que al guaperas de toda la vida. Sigue habiendo mucho culto a la belleza exterior, pero la humanidad y los valores van ganando terreno".

Sobre las diferencias entre géneros, destaca la dificultad masculina para expresar sentimientos. "Evidentemente, porque les han educado así, aunque eso está cambiando y está claro que los hombres también lloran, porque no hay razón para que no lo hagan. Por otro lado, y aunque no lo parezca, son bastante quejicas. Se derrumban por nada. Lo tienen todo a favor y se pasan el día protestando sobre lo mal que les va. ¡Anda que si fueran mujeres...!".

Admira el llamado "pacto entre caballeros": "Algo que entre nosotras no se da, aunque sería bueno que nos apoyáramos más. Un hombre, cuando es amigo de otro, lo es y punto. No hay preguntas, reproches ni suspicacias. Se apoyan. Esa solidaridad masculina me da mucha envidia".

En su ámbito profesional, se alegra de que cada vez más mujeres tengan puestos de responsabilidad tras la cámara, "aunque donde no están es en los despachos en los que se decide qué proyectos van adelante. Si su presencia fuese la adecuada, no se realizarían tantos filmes violentos y de terror, teniendo en cuenta, además, que quienes vamos al cine mayoritariamente somos las mujeres y a nosotras esos géneros no nos entusiasman", concluye.