Las mascotas, al igual que los humanos, también pueden sufrir depresión. Los cambios en el entorno, en la alimentación o muchos otros motivos pueden afectar a la personalidad de tus animales.

Los perros y gatos no hablan, pero muestran sus emociones a través de su lenguaje corporal y comportamiento. Por eso, saber si tus mascotas están tristes es más sencillo de lo que parece si prestas atención a algunos detalles.

El cambio de estación, el mal tiempo, la llegada de un nuevo miembro a la familia, la muerte de un ser querido o de otra mascota, el abandono, los malos tratos o una mala alimentación son sólo algunos de los motivos que pueden llevar a tu mascota a sufrir una depresión.

1. Pérdida de apetito:

Uno de los primeros síntomas para saber si tu perro o gato está triste es la pérdida de apetito inmediato. Las mascotas que están tristes no comen, o al menos comen mucho menos de lo que hacían cuando estaban de buen humor.

2. La expresión facial:

Los animales, al contrario de lo que muchos crean, tienen multitud de expresiones faciales. Numerosos estudios científicos han demostrado que los perros y gatos muestran sus emociones con los movimientos de los músculos de su cabeza. Si tu mascota tiene las orejas hacia atrás, las cejas caídas y el hocico hacia abajo, lo más probable es que esté pasando por una depresión.

3. Baja su nivel de actividad

Este es otro de los síntomas más fáciles de detectar cuando un perro o gato está triste. Los animales con depresión se muestran apáticos y sin ganas de jugar. En general, un animal depresivo pierde el entusiasmo y las ganas de sociabilizar con otras mascotas o de jugar con su propio dueño.

Aparte de esta falta de interés general, la depresión en los perros y gatos también puede notarse a través de sus movimientos más lentos de los habituales.

4. Cambios en el sueño

Si tu perro o gato se pasa durmiendo más tiempo de lo habitual es probable que esté pasando por una depresión. Las mascotas cuando están tristes suelen pasar más tiempo tumbadas en o durmiendo. Sin embargo, también es posible que se muestren algo inquieto, por lo que también pueden tener problemas para conciliar el sueño.

5. Comportamientos extraños

Existen ciertas pautas de comportamiento que sumadas a otros de los síntomas anteriores pueden reconocerse como parte de una depresión. Conductas fuera de lo normal como llorar frecuentemente, seguir constantemente a su dueño, moverse de un lado a otro, o esconderse mucho bajo la cama (sobre todo en el caso de los gatos) pueden ser también síntomas de una depresión.

En los casos más extremos las mascotas pueden llegar a automutilarse o a mostrar comportamientos autodestructivos.