El maquillaje, igual que la moda, vuelve la vista atrás para adaptar al presente las mejores ideas del pasado. Las pestañas de muñeca y las ondas marcadas de los años 30 y la versión más lujosa de los psicodélicos años 70 se modernizan con nuevos colores, texturas y actitudes. Lancôme enseña las claves para poner al día una imagen retro y los retoques maestros para transformarla en su versión nocturna.

Diva años 30

Las pestañas de muñeca, a lo Betty Boop, singularizan un maquillaje contemporáneo inspirado en las grandes divas del cine. Para potenciarlas al máximo para las fiestas se utilizan pestañas postizas, una de las tendencias de la temporada. Otro foco de atención del rostro son las cejas perfectamente delineadas, pintadas y rellenas si lo requieren, y bien definidas.

Para el día, la piel es casi como un lienzo mate y transparente, y el colorete, en tonos rosados, se convierte en un leve rubor. Es imprescindible el uso de polvos traslúcidos para eliminar brillos indeseados y proporcionar un acabado perfecto. Los labios, perfilados, también son mates. Se ha aplicado un tono más claro en el centro para darles más volumen.

Máscara de pestañas Hypnôse Star. 30,35 €.

Laca de uñas Vernis in Love. 16,50 €

Barra de labios l´Absolu Rouge Mat. 30,50 €.

Midnight rose. Le Regard Pro. 50 €.

Labios sofisticados

Se acentúa un poco el colorete con tonos marrones para esculpir el pómulo, pero el cambio más visible está en los labios, oscuros, como marca la moda, pero con un acabado ultrabrillante muy sofisticado. Un error que evitar: cuidado con el corrector de ojeras. Es común usar una cantidad excesiva y un tono demasiado claro. El truco del experto: los colores granates y oscuros no favorecen a las bocas muy finas. Perfilarlos por fuera y pintarlos con pincel mejora el resultado.

Un día en los 70

El fondo de maquillaje, del mismo tono de la piel, se ha mezclado con una gota de sérum para ganar luminosidad. "Hay que aplicarlo del centro del rostro hacia el exterior haciendo movimientos de alisado", explica Roberto Siguero, make up artist de Lancôme. En los años 70, el bronceado estaba de moda, y el maquillaje saturaba la piel de color. El polvo iluminador, aplicado con una brocha kabuki en las zonas con más volumen del rostro -pómulos, frente y nariz-, actualiza su imagen. El trazo de pómulos a sienes del colorete en tono coral es muy marcado. "Las caras redondas pueden usar un tono más oscuro y mate para crear sombras y afinar los rasgos", recomienda Siguero.

En los ojos, la típica banana de los 70 -que consiste en enmarcar en un tono oscuro la cuenca del ojo dándole una forma más alargada- se ha difuminado al máximo para adaptarla a una fiesta de día. Las sombras combinan tonos marrones, corales y tierra. "El rojo destaca el matiz de los ojos claros", apunta el maquillador. Un sutil punto de sombra amarilla bajo la ceja las eleva con un efecto rejuvenecedor. En la boca, sólo un favorecedor brillo anaranjado.

El detalle: con un vestido con escote palabra de honor hay que maquillar también cuello, escote y hombros para evitar contrastes excesivos.

El truco del experto: "Utilizar el sérum inmediatamente antes del fondo de maquillaje, o mezclándolo con él, para que se extienda mejor y aporte a la piel un aspecto fresco y luminoso", apunta Roberto Siguero.

Sérum Éclat Miracle 32 €; base de maquillaje con protección solar SPF 15. Disponible en ocho tonos.

Brillo de labios L´Absolu Crème de Brillance, 30,5 €. Todo de Lancôme.

Teint miracle, 39 €.

Brillo de labios L´Absolu Crème de Brillance, 30,5 €. Todo de Lancôme.

Versión nocturna

El colorete se lleva al límite y adopta un acabado más metálico y cubriente. En los ojos, perfilados en verde, la banana, también verdosa, se hace más marcada para reforzar el contraste con las sombras corales que construyen la mirada. La boca sube un grado el color natural de los labios y mantiene un acabado brillante, natural y fresco.

Maquillaje Roberto Siguero, make up artist de Lancôme. Peluquería José Zarco para Redken Estilista Virginia Henkart