En moda no hay normas ni leyes. Si de unos meses a esta parte el armario femenino se llenó de ropa casual y deportiva, por ejemplo, de sudaderas ochenteras, en la pasarela masculina se impone ahora la sastrería clásica que mezcla prendas urbanas y cosmopolitas, una moda que el hombre adorna con complementos como pajaritas, bolsos, sombreros, paraguas y relojes de bolsillo.

Así lo ha demostrado esta semana la 85.ª edición de la pasarela Pitti Uomo, en Florencia, que ha mostrado a un hombre vestido de pies a cabeza con materiales nobles, como la lana, la franela o la cachemira en trajes de chaqueta, pantalones de pinzas, americanas de dos botones, chalecos, abrigos rectos, jerséis de pico y camisas con cuello de corbata.

El pantalón chino, las camisas ´Oxford´ y los polos de manga larga pasarán una temporada condenados a un segundo plano, para dejar brillar en solitario los volúmenes contenidos en pantalones y chaquetas de corte perfecto, que se pegan al cuerpo casi como una segunda piel. La firma Lardini propone sastrería clásica con patrones renovados y más ceñidos, que perfilan la anatomía masculina. Para los más atrevidos, Piero Guidi propone un nuevo concepto en el que mezcla los estilos ´business´, el ´boho´ y el ´country´. Impregnadas en la atmósfera de Sherlock Holmes se encuentran algunas piezas con acento británico, entre ellas americanas y pantalones de cuadros en tonos verdes y azules o rojos y blancos, modelos que combinan con chalecos de rombos. La firma Peuterey propone prendas de abrigo con apliques de piel y muchas cremalleras. El diseñador de sombreros belga Geoffroy Moreels presentó una colección de sombreros fabricados en Sevilla, realizados con piel curtida de conejo o castor y adornados con ´piercings´ y bandas repletas de bolitas y abalorios.

El bolso se cuelga del hombre. Parece que por fin el bolso deja de ser un accesorio netamente femenino para pasar a engrosar sin complejos el vestidor masculino. La tendencia viene de Oriente. En Japón, sin ir más lejos, es de lo más normal ver a hombres con bolso por la calle. En España la firma Loewe presenta en su nueva colección el ´Lorca bag´, que poco o nada tiene que ver con las bolsas para el ordenador, mochilas, bandoleras y otros artilugios asociados hasta ahora a la indumentaria masculina. En Florencia también se han visto bolsos de mano, totalmente ´unisex´.

El batín de "recibir" sale a la calle. Los nuevos abrigos masculinos se inspiran en los batines de estar en casa con los que los caballeros británicos recibían a las visitas a media tarde. Además, aunque las corbatas continúan siendo el complemento básico del hombre, las pajaritas recuperan posiciones y corren el riesgo de convertirse en una auténtica plaga, gracias al desembarco en las firmas de moda asequible. Los calcetines también destacan por sus diseños originales y cuidados, ya que se llevan con pantalones pitillos muy cortos. Los relojes de bolsillo son otra de esas piezas que retrotraen a otra época, así como los fulares y los pañuelos en el bolsillo de las chaquetas.