El diagnóstico del cáncer de mama supone un impacto físico y emocional del que cuesta recuperarse. Los datos de la Asociación Española Contra el Cáncer apuntan que una de cada ocho mujeres lo desarrollará a lo largo de su vida. También reflejan que, gracias a los avances médicos y al diagnóstico precoz, los índices de supervivencia aumentan cada año un 1,4%. Invertir en investigación es invertir en supervivencia. Por eso es importante que cada 19 de octubre, día internacional para concienciar sobre el cáncer de mama, la cosmética se vista de rosa en ediciones especiales para dar visibilidad y recaudar fondos para financiar proyectos que hagan frente a la dolencia.

Los tratamientos médicos provocan que la piel sea más seca y vulnerable y que el cabello (incluidas cejas y pestañas) caiga. El día en que el espejo muestra su renacimiento, aún tímido, supone un punto de inflexión.

La belleza es un estado de ánimo, dice un mantra muy repetido. Y el esfuerzo añadido que implica no descuidarla durante la enfermedad ha de enfocarse tanto a aliviar los problemas como a verse mejor y animarse. Cambiar la rutina es imprescindible. Los expertos dan algunas pautas.

Cuidados

"La quimioterapia puede producir cambios en la piel (de color, descamación, picazón, sequedad€) Por eso recomendamos usar cosmética orgánica", señala Celia Catalán, con experiencia en el Instituto Dexeus y el hospital Quirón de Madrid y ahora al frente de un centro de belleza integral especializado en oncología que lleva su nombre (www.celiacatalan.com).

1.Cambiar la cosmética habitual que incluya activos como el retinol o el ácido glicólico por otra más suave y rica en hidratantes y oxigenantes y sin perfumes, conservantes ni aditivos, para reducir el riesgo de reacciones cutáneas. En general, cuantos menos ingredientes, mejor.

2.Mantener la piel bien nutrida e hidratada. "El aloe vera, la manteca de karité, antioxidantes como la vitamina E y los aceites de rosa mosqueta y avellana se toleran muy bien", dice Catalán. "La vitamina B5, que aumenta la integridad y eficiencia de las células; la E, antioxidante; el extracto de hoja de olivo, un antibiótico natural, y la centella asiática, que favorece la cicatrización de heridas, son recomendables", afirma Aura Serras, de iS Clinical España, una marca que sólo utiliza ingredientes botánicos en grado farmacéutico.

3.Para la limpieza, optar por fórmulas sin alcohol y a base de extractos botánicos naturales de manzanilla, flor de saúco y té verde.

4.Usar protección solar elevada (SPF 50) y sin perfume. Los filtros físicos son los más aconsejables.

5.Usar guantes para proteger las manos (sobre todo las uñas).

Caída del cabello

"Es uno de los efectos secundarios más habituales de la quimioterapia. Es reversible: el cabello vuelve a crecer a medida que los fármacos van desapareciendo del organismo, aunque en ocasiones puede crecer más rizado o con una nueva textura", dice Celia Catalán. Recomienda cortarse el pelo tan pronto empiece a caer algún mechón, usar pañuelos, gorros o sombreros de tejidos naturales y un gorro especial para dormir: "Perdemos temperatura corporal por la cabeza, y evitarlo nos dará mayor confort", explica. Hidratar y proteger el cuero cabelludo es fundamental, igual que dejarlo al descubierto unas horas al día.

Elegir peluca: ¿cabello natural o sintético? "Depende del tiempo que se vaya a llevar. Las primeras, más caras, duran más, pero las segundas pueden cubrir bien el periodo medio que dura la quimioterapia", responde Catalán. Otra decisión es el largo. "Algunas mujeres prefieren preservar su imagen y otras optan por un corte más corto y cómodo", apunta. Hay que evitar las pelucas pegadas porque podrían provocar irritaciones y eczemas y dificultar la recuperación del cabello.