Cada vez son más los personajes conocidos, deportistas, políticos y famosos en general, que cambian su look y se someten a una intervención para mejorar su aspecto y aumentar su cabellera. Es por ello que el trasplante capilar es un procedimiento estético al alza, pero debemos conocer todas las respuestas para estar seguros de qué y cómo realizarlo para obtener los mejores resultados.

Hablamos con la Dra. Cristina de Hoyos, dermatóloga y directora técnica de Clínicas Ceta, para desmontar y descubrir todos los mitos y verdades sobre el trasplante capilar.

La intervención consiste en trasladar pelo de las zonas laterales y posteriores de la cabeza (donde el pelo no cae a lo largo de la vida, es decir, no sufre alopecia androgenética), a las zonas despobladas. Las distintas técnicas de trasplante capilar dependen de cómo se obtenga ese pelo y cómo se implante. La técnica más antigua y actualmente poco extendida, es la técnica punch, que consistía en la obtención de islas de cuero cabelludo de unos 5 mm de diámetro con varios folículos en su interior que se trasplantaban sin modificar en las zonas alopécicas, dando lugar a un resultado poco natural y a cicatrices visibles redondeadas en la zona posterior de la cabeza.

La siguiente técnica que se describió a finales de los años 80 y que actualmente es la más extendida es la técnica de la tira, según la cual se obtiene un colgajo lineal (tira) de cuero cabelludo de aproximadamente 2 cm de ancho y 15-20 de largo que a continuación se parte para obtener los fragmentos con folículos que se implantarán en las zonas despobladas. Esta técnica puede dar lugar en muchos pacientes a la presencia de una cicatriz lineal en la zona posterior de la cabeza que le impide llevar el pelo muy corto, pues será visible. Estas dos técnicas de trasplante capilar requieren una anestesia profunda de la zona a tratar e incluso en muchos casos, sedar al paciente. Su postoperatorio es complicado teniendo que curar las heridas resultantes, que en el caso de la técnica de la tira tendrá puntos de sutura que habrá que retirar pasados unos días.

La técnica más actual, descrita en 2002 por primera vez, que la mayoría de los pacientes buscan y que pocos centros ofrecen con resultados realmente satisfactorios, es la técnica ´FUE´, que consiste en la obtención una por una de las unidades foliculares (agrupaciones naturales de pelo en el cuero cabelludo) mediante el uso de microbisturíes circulares de 0.75 mm de diámetro. Debido a lo poco invasivo que resulta el procedimiento, sólo se precisa anestesia local en las zonas donde se va a trabajar, permitiendo que el paciente esté despierto en todo momento y pudiendo hacer su vida normal al terminar la intervención.

El resultado de esta técnica es muy natural debido a que se implanta el pelo tal cual se obtiene del cuero cabelludo, sin cicatrices visibles y con un postoperatorio muy leve, ya que no hay heridas que requieran curas específicas ni retirada de puntos. El tiempo de intervención es más largo en el caso de la técnica ´FUE´ debido a que han de obtenerse una por una las unidades foliculares e implantarlas de nuevo una por una en las zonas despobladas.

Una de las dudas que más les surgen a los pacientes que van a realizarse un trasplante capilar es si deben rasurarse la cabeza. Dependiendo del caso y de cuánta superficie haya que cubrir, se podrá realizar la intervención sin necesidad de modificar el corte de pelo del paciente.

Si te estás planteando realizarte un trasplante capilar, infórmate bien de qué, cómo y quién va a realizar el procedimiento, ya que de ello dependerán los resultados finales.