El diseñador Juanjo Oliva ha subido por primera vez a la pasarela Mercedes-Benz Fashion Week Madrid (MBFWMadrid) una colección diseñada a partir de materiales reciclados, principalmente botellas de plástico (PET), en el marco de una iniciativa de IFEMA con Ecoembes para demostrar que la moda sostenible cabe en una pasarela.

El modisto fue seleccionado por el Comité de Sostenibilidad de la organización de la MBFWMadrid junto con Ecoembes con el fin de discutir propuestas para llevar la economía circular a la moda, ya que la industria textil es una de las más contaminantes del planeta.

Oliva asegura que el Comité no tardó nada de tiempo en convencerle porque a consecuencia de sus inquietudes personales el medio ambiente está en sus "márgenes de actuación". En una entrevista con Europa Press, el modisto ha explicado que las prendas de esta colección se han realizado en azul marino y negro, porque considera que estos colores son los que reflejan la actualidad de la contaminación, sobre todo en el océano, y confía en que podrá ser un "granito de arena" para la concienciación ambiental de la sociedad en su papel de consumidores de moda.

Además, ha reconocido que una de las primeras preocupaciones cuando aceptó el reto fue precisamente el tejido reciclado porque pensó que tendría una menor variedad de posibilidades. Si bien, rápidamente consideró que en el mercado de los tejidos no reciclados hay en la actualidad unas posibilidades limitadas y reducidas debido a la susceptibilidad del consumidor al precio. Esto le llevó a pensar que si de hecho no existe gran variación, por qué no hacerlo con tejidos que fomentan el reciclaje y que son igualmente competitivos.

Para Oliva, el retorno de sensaciones que le produce trabajar con un tejido que está dentro de la economía circular, que facilita y permite el reciclaje y la limpieza de la naturaleza, de playas y mares de botellas y residuos, le da a su trabajo "un contenido ético muy profundo".

Asimismo, ha confesado que el reto de la dificultad inicial del tejido le ha sacado de su zona de comodidad para encontrarse finalmente más cómodo aún tras darse cuenta de que "técnicamente no tiene limitaciones".

El diseñador, que se ha subido a la pasarela 'Cibeles' en 28 ocasiones y catorce años, ha presentado una colección atemporal, porque asegura que con el cambio climático el invierno ya no lo es y el verano tampoco, lo que le lleva a plantearse la posibilidad de hacer un armario en el que se puedan combinar prendas de colecciones anteriores.

En esta ocasión, las prendas no tienen género, excepto en los vestidos de noche y ha precisado que los colorees fundamentales de esta colección son el negro y el azul marino para "no disfrazar el mensaje y dar todo el protagonismo a la realidad de que el fondo del mar es muy oscuro con la contaminación".

"Estoy en un momento en el que transito de la costura y del taller y de la sastrería a lo que la gente necesita, que es ropa para todos los días, desde momentos especiales a poder proveer de moda para el día a día y con responsabilidad en el consumo", ha manifestado.

Respecto al panorama actual del mundo de la moda, ve que la situación es "atroz" debido al exceso de consumo intensivo de ropa por lo que cree que con este tipo de colecciones se puede hacer reflexionar al consumidor para hacerle ver que no se sentirá mejor por consumir más sino por consumir mejor.