El mundo del sujetador es todo un entramado de normas, reglas y conocimientos. Llevar el adecuado para nuestro cuerpo puede ser una tarea más que complicada, porque no basta con acudir a una tienda y coger el modelo que más nos guste.

Dependiendo del tipo de pecho, el sostén debe ser de una forma u otra, con unas características específicas, tirantes, copas, refuerzos, aros... no todos los sujetadores sirven para todos los senos y es algo que se debe conocer tanto para mantener nuestra salud, como para la vida útil del sujetador.

Aquí te dejamos una serie de pautas a tener en cuenta antes de lanzarte a la tienda y hacer una mala compra:

La talla

Dicen los expertos que en la mayoría de casos las mujeres utilizan una talla erónea de sujetador. Esto puede ser doloroso, incómodo y bastante frustrante, así que conocer el tallaje exacto es primordial.

A lo largo de la vida no se utiliza la misma talla. No es lo mismo el tamaño y forma de los pechos con 20 años que con 30, tampoco en el caso de haber sido madre, de tener la regla o de haber subido y bajado de peso. Para medir la talla de sostén hay que empezar por saber a la perfección la medida del contorno

Para medir la talla hay que empezar por el contorno. Este se obtiene tomando medidas por debajo de los pechos y sumándole 15.

En cuanto a la copa, que es la letra marcada en las tallas (A, B, C...), se saca midiendo el contorno del cuerpo a la altura de los pezones y se le resta lo que mide el contorno anterior (sin haberle sumado 15). Una vez con la cifra se mira a qué letra corresponde. La A suele ir entre 12 y 14 centímetros, la B entre 14 y 16, la C entre 16 y 18, y así sucesivamente. Las tiras

Si las tiras del sujetador se caen y no quedan totalmente verticales la talla no es la correcta. Si al intentar ajustar sigue pasando lo mismo es que el tallaje es mayor.

Hay algunas marcas de ropa interior que diferencian el tallaje también en los tirantes. También se pude optar por sostenes que los tengan desmontables, para poder adptarlos al que siente mejor.

Si se eligen sujetadores con las tiras demasiado cortas también es un error. Éstos alzan los pechos pero de una forma insana y que puede producir incluso dolor. Lo mejor es obtener un sostén con un relleno adecuado donde los pechos se apoyen con comodidas y sin estar asfixiados.

El cierre

Obtener un sujetador que queda muy ajustado en el último corchete es otro de los errores que se cometen a la hora de elegir. Los sujetadores tienden a darse de sí, por lo que si ocurre este supuesto, al estar tan apretado y agrandarse no se podrá ajustar más.

Lo mejor es que el sostén quede tenso pero sin apretar demasiado en el primer cierre.

Los modelos

Creer que cualquier modelo se adapta al cuerpo, como los sujetadores sin costuras y sin aros, es un enorme error. Cada pecho y cuerpo necesita su corte, como el resto de prendas.

Si te gustan los sujetadores deportivos y sin aros tienes que encontrar uno que se adapte a la perfección. Si lo que tienes es mucho pecho, hay que entender que son los refuerzos como los aros los que hacen que se mantengan en su sitio y sin problemas.

Los sujetadores con tirantes anchos y la parte de atrás muy ancha, por ejemplo, son muy cómodos para las mujeres con los senos grandes.

Las varillas

Aunque muchos expertos en el tema recomienda no llevarlas, proporcionan una sujección muy diferente a los sostenes que no tienen ningún refuerzo.

Hay diferentes tipos de varillas. Se piensa que las mismas pueden dañar las glándulas mamarias, pero esto solo sucede si no son las adecuadas. Las varillas deben quedar por fuera de la mama, nunca deben estar en contacto con el tejido mamario. Si es así, prueba con una talla de copa más y si definitivamente no consigues que quede como debe, prueba con otro modelo.

Usarlo dos días seguidos

Tenemos la costumbre de usar siempre los mismos sujetadores, ya sea por cómo sientan o por la comodidad. Es un error utilizar el mismo sostén más de un día seguido . En el caso de hacer esto no se está permitiendo que el sostén vuelva a su ser, es decir, se impide que el elástico se vuelva a poner en su sitio después de que esté todo un día dado de sí.

Esto no quiere decir que haya que lavarlo tras usarlo una sola vez. Los expertos recomiendan que se haga después de ponérselo tres veces.