La neoyorquina Mary Phelps Jacob patentó en 1914 una camisa que sujetaba los senos mediante unos cordones, conocida hoy en día con el nombre de corpiño. La prenda, considerada el antecedente de los sujetadores, se popularizó gracias a su difusión en el cine, pero lo cierto es que, a lo largo de la historia, las mujeres han venido empleando diferentes tipos de prendas y mecanismos para sujetar, realizar o constreñir sus senos, dependiendo de la moda de la época.

En la actualidad, una gran parte de la población femenina utiliza en su día a día el sujetador, pero no son pocas las mujeres que coinciden en que al llegar a casa es un auténtico placer deshacerse de esta prenda. Incluso si se trata de un sostén de calidad puede producir molestias o algún que otro pellizco o roce. Es por ello que algunas mujeres deciden cortar por lo sano y afrontar los días sin sostén, una acción que tiene diversos beneficios.

La comodidad, un punto importante

Evitar vestir un sostén durante horas puede ayudar enormemente a llegar al final del día con mayor comodidad y sin la necesidad de llegar a casa para tener que liberarte del sostén. Algunas mujeres pueden tener la preocupación de no verse bien sin una prenda que muchas veces las acompaña desde la adolescencia. Para evitarlo, pueden utilizar prendas que tengan un top incorporado, que permiten acceder a los beneficios de dejar el sujetador en casa.

El sujetador no aporta ningún beneficio

Otra razón por las que no usar sujetador es la propia ausencia de beneficios al utilizarlo. No existe ninguna evidencia de que esta prenda aporte algún tipo de beneficio para la salud. Tampoco mejora la estética de los pechos, de hecho, realiza el papel contrario.

Muchas personas tienen la concepción errónea de que vestir un sostén logrará que, al cabo de unos años, los senos se vean menos caídos. Y es que, llevar un sujetador durante años contribuye a que los tejidos de las mamas vayan debilitándose y a medida que la persona envejece sean más flácidos de lo que deberían.

Mejora la circulación

Por todos es sabido lo importante de una buena circulación sanguínea para la salud. Un sostén apretado puede dificultar la circulación, en especial la venosa y afectar por ende a tu salud. En el momento de deshacerte del sujetador puedes apreciar tu misma que la circulación fluye mejor, algo que agradecerán tus órganos, desde el corazón, hasta la piel, que lucirá más firme y sana.

Pezones más altos

Las mujeres que no utilizan sostén poseen unos pezones de media entre cinco y siete milímetros más altos de las que visten con esta prenda. Incluso, algunas chicas padecen irritación y sensibilidad al tacto en los pechos, en muchos casos provocados por llevar el sujetador durante largos periodos de tiempo. También puede producirse porque los pezones de algunas mujeres reaccionen de manera negativa a la tela de algunos sujetadores.

No utilices sostén para dormir

Además de que puede dificultar el sueño por la incomodidad que suele producir, algunas investigaciones apuntan a que llevar tantas horas el sostén puesto puede aumentar la posibilidad de desarrollar un cáncer de mama.

Tal y como apunta un estudio, las mujeres que sufrieron de cáncer de seno utilizaban esta prenda más de doce horas diarias e incluso dormían con él. Sin embargo, otras investigaciones revelan que no hay pruebas de que el uso del sostén aumente el riesgo de sufrir un cáncer. Independientemente del número de horas que se lleve puesto.

Conoce mejor tus pechos

Llevar cubiertos tus pechos bajo varias capas de ropa y presionados por un sujetador puede que haga que les des menos importancia y no les prestes la atención necesaria. Si, en cambio, los llevas libres es más sencillo notarlos y puede que ayude a mejorar tu relación con ellos. Y es que, llevar a cabo cada poco tiempo un autoexamen ayuda a detectar a tiempo cualquier tumor, lo que contribuye enormemente a disminuir la mortalidad por el cáncer de mama.

Aparición de hongos mamarios

Llevar durante horas un sujetador puede crear un ecosistema húmedo y cálido, el paraíso para la proliferación de hongos. Vivir en un lugar con calor y con humedad, tener un busto prominente o llevar mal ajustado el sostén puede facilitar la aparición de este tipo de hongos. Que la piel respire es positio para evitar irritaciones u hongos de este tipo.

Ahorras dinero

Otro de los argumentos en favor de prescindir de esta prenda es el económico. Y es que, los sujetadores de una cierta calidad suelen ser prendas caras. Quizá no sea una razón tan determinante como las relacionadas con la salud, pero sin duda, también habría que tenerla en cuenta.