Un estudio del Vall d'Hebron Instituto de Oncología (VHIO) ha descubierto que analizando la cantidad de células tumorales favorables a ser receptoras de progesterona se afina mucho más el diagnóstico de los cánceres hormonosensibles, llamados luminales, que son los más frecuentes en el cáncer de mama.

El estudio se ha realizado comparando más de 2.000 tumores procedentes de tres grupos de investigación, uno en España, otro en Canadá y otro en Estados Unidos, a los que se sometió a un estudio génico para tener toda la información biológica, fundamental para determinar el diagnóstico, el tratamiento, el riesgo de recaída y de la supervivencia en los cáncer de mama.

Pese a que el análisis genético es el más acertado, sus costes y tecnología hace que lo más habitual es que la caracterización del cáncer de mama se realice mediante técnicas histopatológicas, es decir, analizando el tejido retirado del paciente en el microscopio para observar las características de las células y qué alteraciones presenta para dar un diagnóstico definitivo de ser posible.

El estudio, que ha publicado el Journal of Clinical Oncology, ha sido liderado por el jefe del grupo de Genómica Traslacional del Vall d'Hebron Instituto de Oncología (VHIO) y oncólogo de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Universitario Vall d'Hebron, Aleix Prat, y se ha centrado en los tumores hormonosensibles, llamados luminales.

El estudio compara los datos del tumor, obtenidos mediante expresión génica, con los datos histopatológicos y propone una nueva definición que mejora la actual clasificación de estos tumores en la práctica clínica diaria.

El hallazgo modifica la actual definición de este tipo de tumores, asegura un mejor diagnóstico minimizando los errores de clasificación y, con ello, mejora el abordaje terapéutico y el pronóstico de las pacientes con este subtipo de cáncer de mama, ha explicado el doctor Prat.

En los últimos años, la expresión génica ha identificado dos grandes grupos de tumores hormonosensibles conocidos como Luminal A y Luminal B, y los tratamientos se basan en esta clasificación, por lo que debe ser muy precisa.

"Los tumores Luminal A tienen un buen pronóstico con tratamiento hormonal, mientras que los tumores Luminal B tienen un pronóstico desfavorable y requieren, en la mayoría de casos, la administración de quimioterapia", ha dicho Prat.

"El problema radica -ha añadido el oncólogo- en que la definición actual de estos dos grupos mediante datos histopatológicos es imperfecta y, por lo tanto, necesitamos algún parámetro más, al margen de los que ya existen, que nos ayude a afinar aún más el diagnóstico histopatológico de los tumores Luminal A y B".

Actualmente, la definición de los tumores luminales o hormonosensibles es la positividad para los receptores hormonales y la diferencia entre un tumor Luminal A y B es la cantidad de proteína Ki-67 que el patólogo detecta en las células tumorales.

El problema de esta definición del subtipo Luminal A es que un 30 % de estos tumores en realidad son Luminal B por expresión génica y tienen pronóstico desfavorable solo con tratamiento hormonal.

Tras estudiar más de 2.000 tumores para comparar como se corresponden los datos histopatológicos con los perfiles de expresión génicos, el estudio ha evidenciado grandes discordancias.

Una vez halladas las diferencias, el trabajo ha descubierto un nuevo parámetro medible en el laboratorio que acota más la definición del cáncer en uno de los dos grupos.

"El estudio genómico que hemos realizado nos ha indicado que la cantidad de receptor de progesterona es importante para distinguir ambas entidades biológicas. Este nueva variable nos servirá de marcador para mejorar la actual definición histopatológica de los tumores Luminal A", ha señalado Prat.

Cuanto mayor sea la cantidad de células tumorales con positividad para el receptor de progesterona, más probable será el diagnóstico del tumor Luminal A.