Mejorar la calidad de vida de las personas es el principal objetivo de la musicoterapia, un tratamiento que utiliza la comunicación no verbal para abrir canales de comunicación entre el paciente y el terapeuta y que no solo implica al oído, sino a otros sentidos corporales.

Así lo ha asegurado en una entrevista concedida a la Agencia EFE el psiquiatra argentino Rolando Benenzon, considerado uno de los padres de la musicoterapia y creador del Modelo Benenzon, donde se utiliza la música y sus componentes -el sonido, el silencio y el movimiento- para lograr un objetivo terapéutico.

Benenzon participará la próxima semana en Valencia en el Congreso Europeo de Musicoterapia y Terapias No Verbales Modelo Benenzon, que se celebrará del 4 al 6 de junio, y dará clase en el Máster Universitario en Musicoterapia de la Universidad Católica de Valencia, del que es profesor.

El psiquiatra argentino desarrolla el principio ISO (Identidad Sonora), que establece que cada ser humano "tiene una identidad sonora que lo caracteriza y lo diferencia del otro" y esto "depende de su herencia, de su historia durante los nueve meses de vida intrauterina y de su desarrollo cultural y social".

La musicoterapia tiene aplicaciones muy importantes en personas que están privadas del uso del habla pero tienen desarrollada o aún conservan la memoria del no verbal, como pacientes en coma o que sufren de autismo, psicosis graves o alzheimer, o enfermos terminales.

"Se dice que el musicoterapeuta es el último profesional que acompaña hasta la muerte a un paciente, porque allí donde ni el médico ni el enfermero pueden hacer nada, el musicoterapeuta aún se puede seguir comunicando a través de una terapia no verbal", ha indicado Benenzon.

No obstante, ha señalado que en la actualidad se abren "nuevos campos de aplicación" de esta disciplina en personas que sí tienen lenguaje verbal, pero en los que la "incomunicación es el camino para patologías sociales graves".

Personas que están sufriendo un "síndrome de aislamiento cada vez más grave" por problemas con la familia o las drogas, por trastornos alimentarios como la anorexia y bulimia o por patologías que se desarrollan por el abuso de las nuevas tecnologías.

Vínculo con el terapeuta

Según este experto, no existe una música para una determinada patología sino que se produce "un vínculo con el terapeuta utilizando como mediador el contexto no verbal, que no son solo sonidos o música sino también movimientos, gestos, olor, temperatura o sensaciones táctiles".

"En ese vinculo lo importante es todo el cuerpo, no solo el oído y la piel, sino todos los fenómenos perceptivos que posee el cuerpo", ha afirmado el psiquiatra argentino, quien ha recordado que un paciente en coma "se comunica especialmente por su piel".

La piel "comunica por su color, su sudoración, su tensión, su piloerección, su textura, su temperatura o su olor", según Benenzon, que aunque desarrolla el modelo desde hace más de 40 años señala que en la actualidad "adquiere toda una estructura terapéutica, con protocolos propios y una forma particular de establecer un vínculo".

"La musicoterapia no cura, pero mejora la calidad de vida, y eso ya es mucho decir", ha asegurado Benenzon, quien considera que su inclusión en el ámbito escolar "sería un campo increíblemente importante para mejorar la integración e interacción entre alumnos y de éstos con los maestros, un vínculo tan herido últimamente".

Benenzon también trabaja en introducir la musicoterapia en grupos de empresarios, dirigentes y equipos de salud, ya que cuando éstos aprendan que hay "otros canales de comunicación, modifican los sistema de conflicto de relación".

"Cuando un individuo comienza a comunicarse en forma no verbal se desnuda, porque no puede defenderse con la palabra", según Benenzon, quien ha agregado que el uso de la palabra "permite decir una cosa y sentir otra, en la comunicación verbal es imposible".

Según el experto, es importante ayudar a la madre embarazada a aprender a comunicarse con su feto, porque tiene mucha importancia como le canta, cómo respira o como se mueve.

"Todo lo que ocurre durante la vida uterina tendrá un profundo significado en la vida ulterior de esa persona", según Rolando Benenzon, para quien un ser humano es "único e irrepetible".