Desde pequeños nos han recomendado crear un hábito de lectura constante. Esto no es solo por capricho, ya que este intelectual hábito tiene aspectos beneficiosos para nuestra salud.

Según un artículo publicado por Muy interesante, leer beneficia a la actividad cerebral de nuestro organismo.

En primer lugar, refuerza las conexiones neuronales, estimulando así la actividad cerebral. Un cerebro en constante movimiento no solo se refuerza, sino que también hace más rápida la capacidad de respuesta. Al leer ordenamos conceptos, memorizamos una trama, retenemos información para entender las historias, por lo que nuestra mente es una bolsa sin fondo de pensamientos.

Además de esto, la lectura favorece a la prolongación de nuestra reserva cognitiva, esto supone que cuánto más reserva se tiene, mejor afronta nuestro cuerpo el daño cerebral generado por algunas patologías, es decir, el hábito de lectura ayuda a combatir mejor las enfermedades.

Las personas que son adictas a la lectura saben mejor que nadie que un buen libro ayuda también a desestresarte y a olvidar por un momento la realidad.