Tras la aprobación de la nueva Directiva Europea del Tabaco el pasado 26 de febrero, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) se muestra "totalmente contraria" a que el cigarrillo electrónico, cuando aún se desconocen las sustancias que contienen y, por los escasos estudios disponibles hasta el momento. "Se sabe que algunos llevan sustancias perjudiciales", alega.

Además, señala que si se opta por comercializarlos como productos derivados del tabaco se podrán seguir vendiendo en establecimientos comerciales, además de farmacias, con "el riesgo que esto entraña para el reinicio del hábito en exfumadores y como nueva puerta de entrada al consumo de nicotina entre los más jóvenes".

En opinión de la coordinadora del Grupo de Abordaje al Tabaquismo (GAT) de semFYC, la doctora Ana María Furió, "es bastante significativo que la Asociación de Vapeadores esté contenta con esta Directiva, ya que no entra en restricciones para estos productos y lo que regula parece que está de acuerdo con lo que ellos querían".

Con esta nueva regulación europea sólo se prohíbe la "publicidad transfronteriza", lo que permitiría que se siguiera haciendo publicidad y promoción en España.

La semFYC, que representa a más de 20.000 profesionales de Atención Primaria de toda España, mantiene firme la necesidad de la "prohibición total" de su publicidad y uso en todos los espacios públicos cerrados.

"El Ministerio de Sanidad debería tener en cuenta la opinión de las diferentes sociedades científicas en la aprobación de la próxima Ley de Defensa del Consumidor que incluye la primera regulación de los cigarrillos electrónicos en nuestro país", subraya la coordinadora del GAT.

Por otra parte, la nueva directiva endurece considerablemente las restricciones de venta y presentación de las cajetillas de tabaco, lo que tiene como principal objetivo evitar que los jóvenes se enganchen a este hábito.

En relación a estas nuevas medidas, semFYC cree que se va por "buen camino" en cuanto a prohibir los aditivos que puedan hacer más atractivo el consumo de tabaco para los adolescentes y en incrementar las advertencias e imágenes negativas en las cajetillas, "aunque ya sabemos que este tipo de avisos tienen poca efectividad", concluye la doctora.

Quedan aún muchas dudas por despejar sobre el cigarro electrónico.