Qué bonito es el amor... en primavera, en verano, en otoño y en invierno. Estar enamorados nos hace estar más felices y relajados, disfrutar más de los pequeños detalles de la vida y aprovechar al máximo el tiempo libre. Aunque cada persona y cada relación es un mundo, lo cierto es que el amor afecta de manera positiva en nuestra salud y en nuestro estado de ánimo.

Por ejemplo, cuando estamos enamorados nuestro cuerpo aumenta la producción de la denominada ´hormona del amor´, la oxitocina, que maximiza las conductas prosociales como el altruismo, la generosidad y la empatía.

A continuación vamos a enumerar algunos de los beneficios de estar enamorados:

1. Disminuye el estrés:

Cuando estamos enamorados se reduce la producción de cortisol, que es un hormona esteroidea que se libera como respuesta al estrés y a un nivel bajo de glucocorticoides en la sangre. Mantener relaciones sexuales ayuda también a reducir los niveles de esta hormona, lo que nos hace tener menos estrés.

2. Refuerza el sistema inmunitario:

Un gesto tan simple como darse un beso hace que nuestro organismo libere un mayor número de endorfinas y otras hormonas como la dopamina y la oxitocina. Esto reduce por ejemplo, el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y refuerza nuestro sistema inmunológico.

3. Rejuvenece la piel y nos ayuda a mantener la línea:

Cuando vivimos enamorados aumentan los niveles de estrógeno en nuestro cuerpo, lo que hace que nuestra piel mejore. Además, los estrógenos regulan el peso corporal y pueden disminuir la conducta de comer compulsivamente, lo que nos ayuda a mantener la línea.

4. Mejora nuestra autoestima:

Estar enamorado nos aporta más confianza en nosotros mismos y nos ayuda a sentirnos más seguros. Esto se produce por la liberación de la melatonina, una hormona que participa en una gran variedad de procesos celulares, neuroendocrinos y neurofisiológicos y que nos hace sentirnos con mayor vitalidad.

5. Somos más felices:

Nada mejor que acabar un día lleno de estrés que con una dosis de amor, de caricias, de abrazos. Y es que el sexo reduce la ansiedad y los nervios; estar piel con piel con nuestra pareja nos conecta a ella de una manera especial, nos hace sentir bien y nuestro cerebro segrega una substancia química que nos acelera el centro del placer y nos pone de buen humor. En otras palabras, nos hace sentir felices.