El estrés es un mecanismo humano para activarnos frente a un peligro pero las amenazas cotidianas ya no son librarnos del ataque del tigre de dientes de sable y parecen haber desbordado los límites de lo natural para dar paso o agravar las enfermedades humanas. El estrés en sí mismo no es negativo, la vida sin retos no tiene sentido pero tienen que ser retos accesibles que no generen una ansiedad desagradable. Por eso, hay que controlar estas sensaciones.

El estrés es un cambio físico que hay que liberar. Muchos estudios apuntan que el estrés pasado se despierta como una reacción activada por un recuerdo oculto y capaz de evocar sensaciones. De esta manera, el estrés tendría en este sentido un efecto acumulativo en el ser humano.

Bienestar contra el estrés

El bienestar físico y mental es fundamental para controlar el estrés. Sentirse bien con uno mismo es un ejercicio sustentado en diversos pilares. Una buena alimentación, un buen descanso y la práctica de ejercicio físico nos ayudarán a conseguir el bienestar y a controlar las situaciones estresantes. Una vida saludable será la mejor aliada contra el estrés.

La búsqueda del equilibrio en la vida nos ayudará a controlar el estrés. La búsqueda de uno mismo nos llevará a reflexiones para tratar de evitar la irritabilidad, la ansiedad e, incluso, el miedo. Las numerosas tendencias en búsqueda del bienestar nos ayudarán a encontrar el equilibrio.

En relación con el punto anterior, al conocerse a uno mismo seremos capaces de averiguar las situaciones que nos causan estrés. Así, podremos identificarlas más fácilmente y combatirlas con más recursos.

Por último, una vez que tenemos controladas las situaciones que causan estrés un gran aliado para afrontarlas será nuestra respiración. Si aprendemos a respirar adecuadamente controlaremos mucho mejor el estrés. La entrada y salida de aire en nuestros pulmones ayuda a purificar todo el organismo y a superar mejor las situaciones de estrés.