La tos ferina es una infección bacteriana aguda causada por el bacilo 'Bordetella Pertussis' que, hasta la introducción de los programas de vacunación en 1965, era una de las enfermedades más comunes de la infancia y una de las causas más importantes de mortalidad en niños.

Casos de tos ferina en España

Actualmente en España se registran algo más de 3.000 casos de tos ferina al año, según datos del Ministerio de Sanidad, con la incidencia más alta en los menores de un año, en especial antes de los dos meses, cuando se administra la primera dosis de la vacuna.

La enfermedad cursa como un catarro de larga duración que, al principio, es difícil de distinguir de otras enfermedades leves respiratorias, según reconoce en un informe el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III.

Síntomas de la tos ferina

Los síntomas más habituales son una tos irritante que poco a poco se vuelve paroxística, generalmente en una o dos semanas, y puede durar uno o dos meses. Estos paroxismos se caracterizan por accesos de tos repetidos y violentos que a menudo van seguidos de la expulsión de moco claro y vómitos. También pueden ir seguidos por un estridor inspiratorio de alto tono, o "gallo".

La infección de la tos ferina se transmite por contacto directo con las secreciones de las mucosas de las vías respiratorias de las personas infectadas o por diseminación de gotas a través del aire, y el periodo de incubación de la enfermedad suele ser de 9 a 10 días.

Sólo en un pequeño número de casos la enfermedad presenta complicaciones que pueden conllevar incluso la muerte. Entre 2007 y 2013 la mortalidad anual media por tos ferina en España ha sido de 4,7 casos, según datos del Ministerio.

Tratamiento para la tos ferina

Para combatirla la tos ferina se usan antibióticos de la familia de los macrólidos, como la eritromicina o claritromicina, en una pauta de 7 días, o la azitromicina en una pauta menor, en todo caso sospechoso clínicamente, pudiendo atenuar los síntomas sólo si se inicia precozmente durante la fase catarral.

No obstante, la estrategia más eficaz para prevenir la tos ferina es la administración de la vacuna, que se combina con la de la difteria y el tétanos y en España se administra en varias dosis a los 2, 4, 6 y 18 meses, con una posterior dosis de recuerdo a los 6 años.

Además, en siete comunidades autónomas (Cataluña, Asturias, Navarra, Valencia, País Vasco, Canarias y Extremadura) se está vacunando a las mujeres embarazadas entre la semana 27 y 36 de gestación para proteger al menor durante los dos primeros meses de vida, hasta que recibe la vacuna, tal y como recomienda la Asociación Española de Pediatría (AEP).

De hecho, Francisco Álvarez, del Comité Asesor de Vacunas de esta sociedad científica, asegura que resulta más efectivo vacunar durante el embarazo que a los 6 años ya que a esas edades, al igual que en edad adulta, "no deja de ser un catarro de larga duración y es muy raro que dé complicaciones".