Dormir con la ventana abierta y poner un ventilador en el dormitorio son los remedios contra el calor más básicos en verano. Es habitual si nos despertamos después con dolor de garganta le echemos la culpa a estas soluciones. Sin embargo, no siempre son las causantes sino que depende más de la calidad del aire de la habitación.

El doctor Michael Benninger, presidente del Instituto de la Cabeza y el Cuello de la Cleveland Clinic de Estados Unidos, admite que "el aire fresco de una ventana abierta puede ayudar a las personas a respirar mejor, salvo que sea muy seco".

Los ventiladores también pueden secar el aire, pero su sonido relajante puede inducir mejor al sueño. "Recomiendo situarlo a distancia, de manera que circule el aire mientras produce su monótono ruido de fondo", apunta el doctor.

Por ello, este experto puntualiza que "las razones más comunes para el dolor de garganta por la mañana son un ambiente seco, la respiración boca y el reflujo ácido". La deshidratación, las alergias al polen o el comienzo de un resfriado también pueden provocarlo.

Así, es importante cuidar el entorno del sueño y los síntomas de posibles patologías para evitar esa sensación de lija en la garganta al levantarse. Para conseguirlo, desde la web de la Cleveland Clinic nos recomiendan hacernos una serie de preguntas que nos ayudarán:

¿El aire es seco?

Si sospecha que el aire de la habitación es seco, un problema más propio del invierno, use un humidificador. También es conveniente beber más agua durante el día y sobre todo antes de acostarse.

¿Podría ser por respirar por la boca?

La respiración por la nariz ayuda a mantener la humedad en la boca y la garganta. A veces, si los conductos nasales no está despejados, terminamos respirando por la boca. Para el alivio a corto plazo (en caso resfriado), usted podría tratarse con aerosol nasal antes de acostarse durante unos días o utilizar tiras nasales.

¿Influye el reflujo ácido?

Las personas reflujo más cuando están tumbadas, explica el doctor Benninger. "Hay almohadas que pueden ayudar, pero una dieta sana (baja en ácido) y el control de peso son las claves", dice. Si el reflujo ácido es un problema puede tomar un antihistamínico H2 antes de acostarse. Además, no es adecuado comer justo antes de acostarse y se debe evitar el alcohol, pues puede causar un aumento de los ronquidos.

¿Será alergia?

Dependiendo de qué alergia se trate, su tratamiento también puede ayudar a reducir el dolor de garganta. Pero en estos casos también conviene cambiar los filtros de aire regularmente, mantener a las mascotas fuera de la habitación, retirar las alfombras y cortinas y usar colchones y almohadas adecuados si la alergia es a los ácaros del polvo.

Además, una ducha por la mañana también puede aliviar la garganta gracias al vapor.

Otro consejo que va contra todo lo que nos han enseñado nuestras madres es no hacer la cama, por extraño que nos parezca. "A los ácaros del polvo les gustan los ambientes oscuros y cálidos, por lo que para combatirlos es bueno mantener las sábanas abiertas hasta justo antes de dormir", explica.

Si el dolor de garganta se mantiene a lo largo del día no puede asociarse a un virus o no mejora después de un par de semanas es necesario asistir al médico, especialmente si hay otros síntomas, si fuma, tiene reflujo esofágico o bebe mucho alcohol. "Cualquier cambio asociado de la voz o dificultad para tragar es más preocupante", dice el doctor Benninger.

La primera opción es el médico de Atención Primaria pero el doctor precisa que si el dolor persiste puede ser el momento de ver a un especialista, ya que podría ser un signo de una afección más grave. "El virus del papiloma humano (VPH) se está convirtiendo en una epidemia de cánceres orales y faríngeos. Una persona con múltiples parejas o con papilomas en otras zonas debe poner especial cuidado", advierte el doctor Benninger.

Afortunadamente, el dolor de garganta matinal que desaparece después de un poco de comida o bebida rara vez es un signo de algo grave.