El inicio del curso escolar reabre clásicos debates en el ámbito educativo como la cantidad de deberes que los niños llevan a casa. Otro habitual es la polémica por el peso excesivo de las mochilas ya que pueden causar problemas de espalda. Sobre todo si a ello se une una mala postura al sentarse en clase.

De hecho, el coordinador del Servicio de Rehabilitación del Hospital Vithas Nuestra Señora de América de Madrid, Álvaro Herrera, reconoce que las lesiones más frecuentes en los niños suelen estar relacionadas con las malas posturas que van adoptando durante su crecimiento, el coger pesos inadecuados o también puede tratarse de lesiones hereditarias.

"Los casos más comunes que nos encontramos son la escoliosis o desviación de columna, en concreto, la escoliosis idiopática, es decir, la de origen desconocido; aunque puede aparecer a cualquier edad, se suele asociar al crecimiento a partir de los 10 o 12 años", según destaca.

Las posturas incorrectas a la hora de sentarse en los pupitres causan desequilibrios musculares al igual que la carga de peso sobre la columna, dado que la musculatura de los niños todavía es débil y no está preparada para aguantar mucha carga.

A todo ello hay que sumar la práctica de deportes de forma incorrecta, de ahí la necesidad de incorporar los estiramientos para evitar desequilibrios musculares, según este experto, que nos ofrece una serie de pautas para prevenir las lesiones y cuidar la espalda de los niños:

1. La principal medida va ligada a una buena formación dirigida a los padres y a los propios niños, ya que es la mejor manera de instaurar los hábitos y posturas saludables en sus actividades cotidianas.

2. Las mochilas que se recomiendan son aquellas que contengan varias sujeciones: en hombros, cintura y zona del pecho, para así distribuir la carga, pero fundamentalmente las mochilas con ruedas o carritos, que van a evitar que los niños carguen peso.

3. La postura correcta a la hora de sentarse en los pupitres resulta determinante. "Ha de ser con la espalda totalmente apoyada sobre el respaldo de la silla y para ello, la zona glútea ha de estar echada hacia atrás lo máximo posible, de modo que evitemos la típica postura recostada que perjudica a la columna lumbar", ha explicado Herrera. Además, la cadera ha de estar en ángulo recto o incluso un poco más elevada con respecto a las rodillas, así como los pies, que también han de formar el mismo ángulo recto con respecto a las rodillas. Y los codos tienen que estar apoyados y formarán igualmente otro ángulo recto con respecto a la mesa.

4. Siempre es aconsejable estudiar o hacer los deberes en los lugares destinados a ello, como son las mesas de estudio y las sillas que están correctamente adaptadas a la postura del niño; otros lugares, como el sofá, la cama, el suelo, van a provocar incomodidad, con los consecuentes malos hábitos posturales.

5. Practicar deportes que sean muy completos y nada dañinos, como por ejemplo la natación y el pilates terapéutico, enseñado por fisioterapeutas. En general, cualquier tipo de deporte es aconsejable, siempre que se ejecute con una correcta preparación y se incluyan estiramientos y ejercicios para trabajar de forma específica y correcta la columna.

6. Conviene realizar revisiones periódicas con Traumatología y establecer, con la supervisión de un fisioterapeuta, ejercicios funcionales terapéuticos para que el niño coja un buen hábito de salud e higiene corporal. El problema fundamental, según comenta este experto, es que "el 90 por ciento de pacientes acude al especialista cuando comienza el dolor, lo cual es un error, ya que eso significa que la lesión se ha instaurado y resultará más complejo hacerla desaparecer".