Una de las principales metas de la vida de toda persona es alcanzar la felicidad, un estado anímico quebradizo en el que influye tanto la actitud de uno mismo como el entorno que le rodea. Y es que, lograr ser feliz no es una tarea fácil, más aún cuando se marca como un objetivo.

"Alcanzar la felicidad no significa llegar a una meta. Se trata de una actitud, de seguir un camino que requiere trabajo diario. Los seres humanos llevamos buscando el secreto de la felicidad desde hace miles de años y, la verdad, es que no hay fórmula mágica alguna más allá de la educación de nuestras propias emociones", ha comentado el fundador de En Equilibrio Mental, Jesús Matos.

Ahora bien, existen determinados hábitos que pueden ayudar a alcanzar el bienestar, superar la tristeza y sentirse bien con uno mismo.

  1. Muéstrate agradecido. Aprende a dar las gracias. Quédate con el lado positivo de las cosas y deja de quejarte. Si algo no te gusta, intenta cambiarlo.
  2. Evita compararte con otros. No malgastes tu energía con comparaciones injustas. Cultiva el optimismo. Afronta cada día con "gafas de optimismo".
  3. Practica la amabilidad. Empieza a hacer cosas buenas por los demás sin esperar nada a cambio. La vida te devolverá aquello que das.
  4. Fomenta el contacto social y cuida las relaciones. Dedica tiempo y cariño a los que te importan. Cuida tus relaciones sociales a diario.
  5. Aprende a perdonar. Despídete de la ira y la culpabilidad. Solo así te sentirás libre para seguir adelante.
  6. Realiza actividades que te gusten. Rompe con la monotonía. Que la falta de tiempo no te pare. Saca hueco para hacer lo que verdaderamente te hace sentir bien.
  7. Saborea las alegrías de la vida. No dejes de celebrar todo aquello que te hace feliz, por poco que sea. Disfruta cada minuto como si fuera el último.
  8. Comprométete con tus objetivos. Afronta los problemas. Plántale cara a las dificultades. Ponte metas a corto y largo plazo y no desistas de intentar alcanzarlas.
  9. Realiza ejercicio físico. Libera endorfinas. Haz deporte de forma frecuente. Estar activo es sinónimo de bienestar.
  10. Practica la meditación. Controla tu mente. Regula tus emociones negativas y eleva tu autoestima. Entrénate para ello.

Pero existen diversos aspectos que impiden ser feliz y que, tal y como ha explicado la psicóloga clínica miembro de 'Top Doctors' Marina Bassas Vivó, son:

  • Control emocional. Es imprescindible saber gestionar las emociones, tomando conciencia de que las personas somos mucho más que las diferentes emociones que experimentamos en determinados momentos, y de esta forma, conseguir que las emociones no nos esclavicen y dominen nuestra vida. Por ejemplo, cuando estamos enfadados y sentimos ira destruimos y somos capaces de hacer cosas que en un estado de relajación jamás hubiéramos hecho.
  • La ignorancia. Las personas inteligentes se tratan bien a sí mismos y en consecuencia tratan bien a los demás.
  • Los pensamientos negativos o creencias limitadoras. Hay que aprender a detectar los pensamientos automáticos de nuestra mente y no darles crédito. Debemos observarnos a nosotros mismos y ser capaces de tomar ciencia de estos pensamientos para bloquearlos y poder desarrollar unos pensamientos nuevos que nos permitan vivir una vida más libre y creativa. Evitar pensamientos como el del alumno que suspende matemáticas y piensa que jamás será un buen estudiante. Si lo piensa se dará cuenta de que, aunque no valga para las matemáticas, podrá valer en otras facetas de la vida. Por suerte no todos valemos para lo mismo.
  • El miedo. Es uno de los principales enemigos del ser humano, ya que nos paraliza. Cada vez que lo sintamos, podemos preguntarnos ¿qué es lo peor que me podría pasar si me atrevo a hacer aquello que deseo? Veremos que las consecuencias no son tan catastróficas como nuestra mente nos hace creer. Si además decidimos pasar a la acción, nos habremos dado el permiso de comprobar que rara vez se confirman nuestros máximos temores y, además, pronto descubriremos que somos capaces. El miedo se vence pasando a la acción y esto nos va a hacer que crezcamos en autoestima.
  • No saber perdonar. Debemos reconocer que todos, como seres humanos, podemos sentir y sentimos pereza, celos, rabia u otras emociones destructivas. El primer acto para mejorar pasa por el reconocimiento de dichas emociones y el perdón de las mismas. Así el perdón al otro nos resultará mucho más fácil. Dejar de criticar y juzgar ahorra mucha energía.
  • Aceptación. Debemos intentar transformar y mejorar todo lo que depende de nosotros mismos y aprender a aceptar las situaciones que llegan y que no depende de nosotros. Por ejemplo aceptar una ruptura por parte de la otra persona. La aceptación siempre entendida como un acto de madurez y no de resignación.
  • Reconocer las voces del EGO y la conciencia (al ángel y al demonio). Debemos aprender a reconocer a estas dos voces y saber desde donde queremos contestar, desde nuestros instintos más básicos o desde los valores más elevados como la misericordia o la empatía. Es una decisión personal.