Los avances diagnósticos son muy importantes en la curación de cualquier enfermedad. Pero cuando hablamos de tecnología en el contexto sanitario no sólo nos referimos a los grandes equipos de diagnóstico por la imagen, radioterapia, complejo equipamiento para los quirófanos o al intervencionismo.

Esta parte visible, que es la que mayor fascinación e impacto produce, es una pequeña porción del parque con el que cuentan hoy en día los hospitales, compuesto no sólo por multitud de aparatos de electromedicina, sino también por prótesis, implantes, reactivos de laboratorio, instrumental complejo, material de curas, sensores, ópticas o todo tipo de material fungible, todos ellos en continua evolución y recambio innovador. A todo ello se añade el nuevo arsenal digital con su revolución de datos, inteligencia artificial, aprendizaje automático, el internet de las cosas, a la impresión en 3D€ como muestra de la transformación digital que va mucho más allá de la informatización.

Inversión en tecnología sanitaria

En algunos casos, la difusión de las nuevas tecnologías puede explicar un 33-50% del incremento del gasto sanitario. Al mismo tiempo se apunta que alrededor del 30% del uso que se hace de la tecnología es inadecuada y que a pesar de la existencia de agencias de evaluación sigue autorizándose, en muchos casos, sin suficiente análisis.

Sin embargo, la tecnología es importante hasta el punto que podemos observar en la gráfica. Hacia el año 1.700 la media de años que una persona normal vivía rondaba los 35 años.

Hay un punto de inflexión tras la revolución industrial en la que se mejora la calidad de vida debido a la higiene y a los nuevos medicamentos. Desde mediados de los años cincuenta, además hay una mejora en la calidad de los alimentos. Según Ignacio López, director de Desarrollo de negocio de Philips, el hecho de que estemos en una media de 85 años vividos es precisamente a la tecnología médica que nos permite altas tasas de efectividad en el diagnóstico así como en el tratamiento con radioterapias y etc.

Para Julio García Comesaña, director de procesos asistenciales de la Estructura Organizativa de Gestión Integrada de Vigo, "la tecnología es fundamental en el tratamiento y seguimiento de las patologías. Transformar su uso es transformar ese diagnóstico. Y los pacientes y profesionales necesitan disponibilidad de equipos y tenerlos actualizados". Por otra parte, Jaume Reventós, director de Transformación Digital del Grupo Quirón Salud, apunta a que la tendencia es a incrementar el uso de las tecnologías en los próximos años y a unirlas al uso del big data y a la inteligencia artificial.

Tecnología para diagnosticar, tratar y escuchar a los pacientes

La tecnología aporta un punto de confianza en los pacientes. Puede hacer que los procedimientos seas más específicos, menos dolorosos, más rápidos, contribuyendo a mejorar la experiencia de las personas en proceso de curación. Pero estamos en un punto en que interesa sobre todo valorar aquella tecnología que evita el intervencionismo, la que permite monitorizar al paciente a distancia, la que le facilita información accesible y comprensible, la que le facilita el contacto con sus profesionales.

Josep Pomar, Director Gerente del Hospital Universitario de Son Espases (Palma de Mallorca), asegura que "la mejor tecnología sin duda es el tiempo que se le dedica al paciente". De nada sirve todo el know-how, los procedimientos y los métodos si al final el paciente no tiene la certeza de que ha sido escuchado. Que no ha habido coordinación entre las especialidades que ha necesitado su caso, que ha sido atendido tarde en una urgencia, que la lista de espera ha sido interminable..."