Preparar la comida en casa y llevársela en un táper al trabajo se ha convertido en una tendencia a la que cada año se suma más gente. Las alternativas, comer en un restaurante o hacer un pedido online, son más caras y, casi siempre, menos saludables.

Las ventajas del táper

Según datos recogidos por la Federación de Usuarios-Consumidores Independientes (FUCI) en su informe sobre hábitos alimenticios en el trabajo, el gasto medio de los trabajadores que tienen que comer fuera de casa es de 217 euros al mes. Si tenemos en cuenta que el salario medio mensual en España es de 1.636 euros según el V Monitor Anual de Adecco sobre salarios, los españoles destinan algo más de 13% de su sueldo a comer fuera durante la jornada laboral. Con estas cifras, normal que cada vez más trabajadores elijan llevarse el táper.

Esta opción permite un ahorro considerable a final de mes y, además, ayuda a evitar fritos o rebozados y controlar al máximo la dieta. "El táper es solo el recipiente pero tus platos pueden ser igual de ricos que si comieses en casa y los preparases en el momento. Un error común es asociarlo a comidas repletas de hidratos", explica Bárbara Sanchez,dietista-nutricionista en barbaranutricion.com. Así lo corrobora Juana Mª González, dietista-nutricionista de la clínica Alimmenta: "simplemente hay que planificar la semana y las recetas para que el menú sea variado y saludable, a la vez que seguro".

Cómo evitar los errores más comunes

Nada de abusar de las latas de atún, llenar la tartera únicamente de macarrones o usarlo para guardar el bocata diario. "Podemos comer guisos de carne o pescado, cremas de verduras, legumbres en guiso o ensaladas de patata, cuscús o ensaladas de verduras con pollo o quesos", enumeran desde Alimmenta, y advierten: "es frecuente que en el táper falte algún grupo de alimento.La mitad del plato debe ser a base de frutas o verdura, un cuarto las proteínas y otro cuarto los hidratos.

Por ejemplo, en una ensalada de atún y huevo, faltarían los carbohidratos; en un plato de pasta con carne, faltaría la verdura; en una ensalada de verduras de la huerta con arroz, faltaría algún alimento proteico". La clave es, como describe Sánchez, "intentar que sea una comida completa, tal y como recomiendan las guías de Harvard. Es decir, la mitad del plato debe ser a base de frutas o verdura, un cuarto las proteínas (carne, pescado, huevo, legumbre) y otro cuarto los hidratos (arroz, pasta -mejor integrales- o patata). A partir de ahí las combinaciones son infinitas".

Las nutricionistas, mencionan además, otros errores que suele cometerla gente a la hora de preparar sus táperes y una lista de consejos para subsanarlos:

1) No medir la cantidad

Tendemos a llenar el ojo antes que el estómago. El recipiente debe tener el tamaño adecuado a la ración para evitar volúmenes excesivos o demasiado justos.

2) No planificar de antemano el menú semanal y caer en la monotonía

No se trata de lanzarse a lo loco a cocinar sino que cada persona debe organizarse y gestionar su menú semanal en función de su tiempo.

3) Abusar de las sobras

Si bien es cierto que comer de táper permite aprovechar el sobrante de una comida, hacerlo siempre, va en contra de una dieta variada y equilibrada. Esto no quiere decir que no se pueda cocinar para más de una vez y utilizar en más de una preparación.

Por ejemplo, un pisto de verduras y tomate, sirve para acompañar el pollo a la plancha un día y para consumirlo con arroz dos días más tarde. Garbanzos cocidos; para hacer un hummus con zanahorias y para una ensalada de garbanzos. Verduras al vapor, para consumir con aceite y especias, y para mezclar en una ensalada.

4) Pensar solo en alimentos fríos

Hay muchos guisos, carnes, pescados en salsa... que quedan muy bien en el táper.

5) Ensalada solo con vegetales

Una ensalada es mucho más que lechuga. Huevo, pollo, quinoa, pasta... constituyen el complemento proteico y de hidratos que hacen de este plato un alimento completo.

6) Manipular ciertos alimentos o aliñar las ensaladas antes de salir de casa

Siempre hay que poner el aliño cuando se va a comer para evitar quelahojasepongamustia.Tampoco se deben cortar en casa alimentos que se oxidan como la manzana o el aguacate.

7) Olvidarse de las legumbres

Tanto en guiso como en ensalada son el plato perfecto y nutricionalmente más completo para llevar al trabajo. También es recomendable incorporar al menú productos de temporada y apostar siempre por ingredientes sin grasas saturadas.

8) Descongelar mal

Si la comida en táper se ha congelado, mejor sacarlo el día anterior y permitir que se descongele despacio y a temperatura de refrigeración. Descongelando el mismo día puede que parte del alimento se haya quedado sin descongelar y, además, a temperatura ambiente hay más riesgos higiénicos-sanitarios porque los microorganismos pueden crecer rápidamente aumentando el riesgo de intoxicaciones.

9) Pasar por alto la temperatura

Es recomendable utilizar bolsas isotérmicas o placas de hielo para mantener la temperatura de la comida durante el traslado. La recomendación es cocinar bien los alimentos perecederos -hay más riesgo de contaminación si el alimento está crudo o mal cocinado, no dejar los recipientes al sol, y, siempre que se pueda, refrigerar y conservar en la nevera hasta el momento del consumo.

Tampoco se deben mezclar alimentos calientes con otros refrigerados, como puede ser un lácteo.

10) Pasar por alto la limpieza

Para evitar las contaminaciones, las manos deben estar limpias, así como los trapos de cocina, las superficies de preparación y los recipientes. Se debe evitar que los alimentos, una vez cocinados con temperatura, entren en contacto con alimentos crudos o verduras sin lavar o utensilios de cocina sucios.

11) Elegir mal el táper

Cualquier caja de plástico no sirve. Este tiene un grosor y composición que lo hacen resistente al calor y que garantiza que no libera partículas tóxicas. Los símbolos que tienen los recipientes en su base indican si son aptos para microondas, lavavajillas o congelador.

Los que son seguros y no hay transferencia del plástico llevan el símbolo de un tenedor, pero igualmente, lo mejores servir el contenido en un plato y, si no existe esta opción, elegir un recipiente de cristal. Se deben utilizar táperes herméticos para transportar líquidos, como sopas o cremas -los que se cierran con rosca son muy útiles-. Para carne o pescado, mejor los planos, cuadrados o rectangulares, que son más fáciles de almacenar.