La Navidad es una época de excesos. No comemos a la misma hora, bebemos más de la cuenta, comemos más de la cuenta en días muy concentrados, y precisamente no comidas realmente saludables. Es una época de cierto descontrol que puede afectarnos a nuestra salud.

La doctora Mercedes Ricote Belinchón, coordinadora del grupo de trabajo de Aparato Digestivo de SEMERGEN, subraya a Infosalus que las comidas copiosas, además de la ganancia de peso, nos suponen un sobreesfuerzo para nuestro aparato digestivo. Por lo que a la larga podemos presentar problemas como acidez, pesadez, hinchazón abdominal e indigestión, que pueden provocar náuseas, diarreas y vómitos, por ejemplo.

Por otro lado, el doctor Gilberto Pérez López, endocrino del Hospital La Luz (Madrid) advierte a Infosalus de que suele apreciarse la parte cuantitativa de las comidas navideñas, el 'he comido mucho', y no se suele atender a la calidad de la comida, cuando es tan importante como la cantidad, o incluso más dependiendo del caso.

De hecho, advierte de que hay personas que por comer mucha sal en estos días presentan complicaciones y les surgen patologías clínicas asociadas a la hipertensión que antes no tenían, o por ejemplo en aquellas que se encuentran en situación límite de sobrepeso y casi obesidad, o casos de intolerancia al azúcar que nunca antes habían llegado a la diabetes y llegan a la enfermedad tras los excesos navideños.

"Los excesos de comida siempre se centran en personas con una patología establecida y nunca se tiene en cuenta que hay muchas personas en niveles intermedios que a la vuelta de la Navidad ya pasan a presentar la patología. Entonces siempre hay que tener en cuenta que los excesos de la Navidad no sólo afectan a los enfermos, sino también a aquellos que mantienen cierto riesgo de desarrollar una patología", subraya el doctor Pérez.

Con ello, ambos especialistas recomiendan frente a las copiosas celebraciones de estos días:

1.- Evitar el picoteo previo a las cenas habituales. Pérez alerta que de media, cuando un adulto debe tener una cantidad de calorías diarias entre 2.000 y 2.500, si se picotea antes de las cenas al final del día pueden alcanzarse las 4.000.

2.- Para poder disminuir los riesgos lo más importante es que la comida sea lo más parecida a la habitual y lo más equilibrada posible, con alimentos ricos en hoja verde, verduras, y vegetales, además de fuentes proteicas de buena calidad, como pollo, pavo o pescado azul. "Si sustituimos el picoteo por comida habitual, mantenemos las 5 comidas diarias, y merendamos media tarde, llegaremos a esa cena con menos ansiedad y hambre y así se podrá prevenir esa sensación de mala digestión y de pesadez", indica el doctor del Hospital La Luz.

3.- Otra fuente de que empeore la digestión y aumenten las calorías son las bebidas alcohólicas de alta graduación. Según advierte el doctor Pérez, casi siempre se abusa de las de menor graduación, como es el caso de la cerveza, una bebida hipercalórica, que nutricionalmente no es óptima. "Muchas veces las bebidas alcohólicas se toman pensando en que son digestivas, pero esto nunca es así, de hecho muchas de ellas pueden demorar la digestión de ciertos alimentos", alerta

4.- En la cena hacer un primer plato de ensalada o de verduras, por controlar la ingesta, y así que de cara al segundo plato se ingiera una menor cantidad, lo que será saludable puesto que será menos pesado.

5.- Realizar ejercicio y salir a andar tras las comidas copiosas siempre que sea posible. Esto facilita la digestión, así como disminuir los niveles de azúcar para los diabéticos, o en el caso de las personas con niveles altos de azúcar.

6.- El pensamiento de la mayor parte de la gente es comer menos antes la cena para llegar a ésta con hambre. No hay que modificar lo que hacemos todos los días, las 5 comidas. De hecho, es recomendable comer igual y merendar, y así no llegamos con esa ansiedad por comer, que hace que perdamos el control y comamos más de la cuenta, recalca.

7.- Cocinar lo justo. A la hora de cocinar, el problema muchas veces de las cenas es que se cocina tal cantidad que se pueden comer dos o tres días más los excesos de los platos especiales, por lo que el experto del Hospital La Luz recomienda cocinar lo justo y que los días posteriores a las celebraciones sean de equilibrio, mucha verdura y ensalada, así como buena hidratación, comidas más ligeras y digestivas, como caldos. "El estar varios días comiendo lo mismo y además esos platos de exceso prolonga también el exceso de calorías durante dos o tres días más", subraya.

8.- Desde SEMERGEN, la doctora Ricote Belinchón recomienda comer de todo pero en pequeñas cantidades, no repetir. Consumir bebidas alcohólicas de forma responsable. Comer dulces de forma moderada. Y si se tiene algún problema de salud o se toma alguna medicación, seguir las pautas dietéticas que le haya recomendado el especialista.

9.- Asimismo, considera que al igual que cuando se preparan los menús de la semana, en Navidad hay que incluir en los menús alimentos variados en todas las comidas y cenas de las fiestas, así como servir raciones equilibradas.