Que el móvil forma parte de nuestras vidas es a día de hoy algo irrefutable. Los smartphones se han convertido en una prolongación más de nuestro cuerpo, que nos acompaña allí donde vayamos. A cualquier hora y a cualquier sitio, también a los más privados. De hecho, un reciente estudio realizado por la empresa Motorola puso de relieve que el 71% de los españoles se lleva su smartphone al baño.

Lo que probablemente muchos de estos usuarios de móvil desconozcan son los riesgos para la salud a los que se enfrentan por llevarse su móvil al lavabo. Y es que se trata de un espacio lleno de gérmenes y patógenos, entre ellos millones de bacterias. Al entrar al baño con nuestro smartphone, este queda expuesto a multitud de microorganismos que encuentran en la humedad de este espacio un hábitat perfecto para proliferar.

Al acceder al lavabo, estos gérmenes entran en contacto con nuestro móvil, un dispositivo con el que a la vez nosotros estamos permanentemente 'unidos' a través de nuestras manos. A partir de ahí, solo quedará un paso para que todas estas bacterias y microbios puedan penetrar en nuestro organismo. Por ejemplo, a través de nuestra boca. Salmonela, norovirus, escherichia coli, estreptococos... son algunos de los gérmenes que habitan en nuestros baños, y que pueden causar indigestiones, fiebre, vómitos, diarreas...

El hecho de que pequeñas partículas de agua se alojen en el móvil y que este se caliente, crea un ambiente propicio para la proliferación de estos patógenos. Además, muchas de las cubiertas y carcasas de los smartphones están fabricadas con caucho, un material que también favorece la presencia de gérmenes.

Aunque la mayoría de personas están muy sensibilizadas con la necesidad de lavarse las manos tras pasar por el baño, en realidad de poco sirve esta práctica si a continuación manoseamos el smartphone. Por ello, lo mejor es optar por acostumbrarse a dejar el móvil fuera de este espacio. Y de no hacerlo, lo ideal sería proceder a limpiar nuestros terminales. Para ello, la mejor opción es pasar por la superficie del móvil y la funda -en caso de que lleve- un paño o gamuza de microfibras humedecida con una solución de agua con algo de alcohol.

En el caso de que nuestro móvil disponga en su pantalla de una capa protectora oleófuga -una cobertura cada vez más usada por los fabricantes para mantener la superficie del dispositivo lo más limpia posible-, entonces es recomendable prescindir del alcohol y optar por mezclar el agua con vinagre.