La industria farmacéutica financió con 118 millones de euros a profesionales sanitarios españoles para que pudieran acudir a reuniones y congresos científicos-profesionales durante 2018, mientras que las organizaciones sanitarias responsables de este tipo de encuentros contaron con un apoyo de 98,5 millones de euros, según ha informado este jueves la patronal, Farmaindustria.

Además, invirtió 259 millones de euros en contratos con organizaciones y profesionales sanitarios para desarrollar proyectos de investigación en el ámbito biomédico. La industria también contribuyó a la prestación de servicios profesionales, por un valor global de 84 millones de euros, y las donaciones, que solo pueden ir destinadas a organizaciones sanitarias y que ascendieron a 37,5 millones.

Es el cuarto año consecutivo en el que las compañías farmacéuticas publican los datos sobre estas colaboraciones en investigación y en formación médica, como consecuencia de la iniciativa de transparencia de la industria farmacéutica en Europa, incorporada en 2014 al Código de Buenas Prácticas de la Industria Farmacéutica en España.

"La relación entre la industria y las organizaciones y profesionales sanitarios es clave para la investigación de medicamentos y su uso adecuado. Esta colaboración contribuye además a la actualización de conocimientos sobre fármacos por parte de los profesionales, permite a la industria incorporar la experiencia clínica de los sanitarios a los procesos de I+D, y asegura al sistema sanitario que sus profesionales están a la vanguardia del conocimiento y la investigación biomédica internacional. Todo ello se traduce en mayores garantías de calidad para los pacientes y la sociedad en general, en cuanto receptores directos de la prestación sanitaria", defiende en un comunicado Farmaindustria.

La industria reivindica que los 118 millones con los que apoyan la formación científica y clínica de los profesionales "contribuyen a que mantengan el más alto nivel en conocimiento, especialmente importante en el campo de la salud, por el rápido avance en la investigación biomédica y los nuevos tratamientos".

"Las actividades científicas y los congresos y reuniones científico-profesionales son el instrumento clave para ello y la industria farmacéutica está comprometida con que estos sean posibles. Cabe recordar que sólo la inscripción media a un congreso científico de ámbito nacional es de 600-700 euros, cantidad que puede verse incrementada de forma importante, llegando incluso a rondar los 1.000 euros, si la reunión es de carácter internacional", argumentan.

Por otro lado, en cuanto a los pagos a profesionales y organizaciones por prestación de servicios (84 millones de euros en 2018), detallan que estas remuneraciones "permiten a la industria farmacéutica conocer el comportamiento de los nuevos fármacos en la práctica clínica, algo que solo pueden proporcionar los profesionales sanitarios". "Gracias a ello las compañías pueden mejorar la seguridad y eficacia de los tratamientos o detectar nuevas necesidades, lo que resulta muy beneficioso para el abordaje de las enfermedades, para la eficiencia del sistema y, en especial, para aportar nuevas soluciones al paciente", concluyen.

En cuanto a las donaciones y subvenciones a organizaciones sanitarias que prestan servicios de asistencia sanitaria social o humanitaria, recuerdan que "responden a peticiones de las propias organizaciones", y que no pueden constituir un incentivo para "la recomendación, prescripción, compra, suministro, venta o administración de medicamentos".