Investigadores del Hospital del Mar de Barcelona han evitado el crecimiento de los tumores y los eliminan, en ratas, con un tratamiento que combina un inhibidor de una proteína que regula la reparación del ADN dañado de las células cancerígenas, y la quimioterapia.

El estudio, publicado en la revista "Molecular Cell", ha comprobado la viabilidad de este abordaje estudiando en ratones la evolución de tumores de colon metastásicos de pacientes humanos, ha explicado a EFE uno de los autores principales del estudio, el doctor Lluís Espinosa, director del Grupo de investigación de Mecanismos moleculares del cáncer y las células madre del IMIM e investigador del CIBER de Cáncer (CIBERONC).

El trabajo ha demostrado el papel de una proteína, la quinasa IKKa, en la capacidad de reparación de las células tumorales, que es un factor clave para la resistencia al tratamiento y la diseminación del tumor.

Los investigadores han analizado el papel de esta proteína, que se activa por las mutaciones de los oncogenes BRAF y KRAS, presentes en la mayor parte de los tumores más agresivos.

La función de esta proteína consiste en facilitar la reparación del daño en el ADN de las células tumorales que ha causado el tratamiento con quimioterapia, hecho que las hace más resistentes a la acción de estos fármacos.

Se trata de una función clave para el abordaje del tratamiento, ya que el estudio que se ha publicado demuestra de forma concluyente que combinar la acción de un inhibidor del oncogen BRAF con quimioterapia la desactiva y acaba con el tumor.

Espinosa ha explicado que "estos mismos oncogenes, aparte de convertir las células normales en tumorales, hacen que puedan reparar mejor el daño que le provocan los agentes quimioterápicos o la radiación, y las hacen más resistentes".

Los científicos comprobaron el papel de la proteína IKKa y su importancia como diana terapéutica implantando en ratones tumores de colon de pacientes humanos que habían desarrollado metástasis y resistencia al tratamiento.

Los ratones que recibieron un tratamiento que combinaba los inhibidores con quimioterapia sobrevivieron y se comprobó que las células tumorales también habían muerto, mientras que los que no recibieron tratamiento o sólo fueron tratados con inhibidores de BRAF o quimioterapia, fallecieron.

El estudio ha contado con investigadores del Grupo de Células madre y cáncer del IMIM y médicos de los servicios de Oncología Médica y Anatomía Patológica del Hospital del Mar, e investigadores del Instituto Catalán de Oncología (ICO)-Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge.

También han participado miembros de la Unidad de Proteómica del Centro de Regulación Genómica de Barcelona y del The Francis Crick Institute de Londres.

Los impulsores del estudio quieren iniciar ahora un ensayo clínico en pacientes con cáncer, aprovechando que los medicamentos usados en el estudio ya existen y se utilizan en la práctica clínica.

Así, se quiere analizar las posibilidades de estos medicamentos en el tratamiento del cáncer de colon y recto, pero no se descarta que también sea útil en cualquier clase de tumor con presencia de los oncogenes BRAF y KRAS, como sería el caso del cáncer de páncreas o el melanoma.

La doctora Clara Montagut, firmante del trabajo y jefa de sección de Oncología Digestiva del Servicio de Oncología Médica del Hospital del Mar, ha indicado que "los resultados del estudio son nuevos y prometedores y abren nuevas vías de tratamiento para el cáncer".