Nacido en Estepona y paleño de adopción, al traumatólogo y cirujano ortopédico Manuel Vides su pasión por mejorar la calidad de vida de los demás le viene desde su más tierna infancia. En su memoria guarda al respecto anécdotas de cuando no había cumplido ni cinco años. Hace solo dos años, después de una dilatada experiencia en centros que son referentes, regresó a su municipio natal para coordinar un equipo que desde ese momento no ha dejado de crecer. En las instalaciones de Hospiten Estepona ha conseguido situarse como un referente en la Costa del Sol y en toda Andalucía para afrontar cualquier lesión deportiva y tratarla a través de cirugía artroscópica, «técnica quirúrgica mínimamente invasiva».

Ustedes están especializados en el tratamiento de las lesiones. Pero considera que sería necesaria una mayor educación en el ámbito de la prevención.

Es un aspecto fundamental entre quienes practiquen deporte, en especial si no lo hacen de manera regular. Unos hábitos saludables, el estiramiento antes y después de la actividad física, en función de lo que vaya a exigirnos el deporte, así como el fortalecimiento de determinadas zonas nos evitará lesiones. No obstante, tenemos programas de prevención dirigidos a menores que, por ejemplo, han logrado reducir las lesiones de cruzado.

¿Podríamos abordar también la creciente obesidad infantil?

Es otro factor importante en lesiones, por lo que tiene asociado. La falta de entrenamiento y adaptación al ejercicio contribuye a las lesiones. En especial observamos a pacientes que llegan a una edad sin determinados hábitos saludables y que luengo intentan ponerse a la altura... Empiezan a ejercitarse con alrededor de 40 años, intentan recordar cómo eran cuando estaban en la adolescencia y se topan con lesiones graves. Es típico en esas circustancias romperse el tendón de Aquiles. Es una época de la vida en la que se nota más ese furor del pádel, asumiéndose que no se trata de un deporte exigente, cuando no es cierto.

Ahí tendrán infinidad de fracturas de menisco, ligamentos...

En efecto, tanto esas pachangas de fútbol con amigos tras meses o incluso años sin hacer nada de deporte, como ese pádel que a veces se practica en pistas sin arena o no adecuadas. Esas frenadas rápidas generan infinidad de incidencias.

Luego estará aquella persona que acumula años de dolor en la rodilla hasta acabar por rendirse a la evidencia de que necesita ser intervenido quirúrgicamente.

Es otra figura típica, la de los pacientes que intentan por todos los medios no ir al médico. Es una especie de defensa del yo ante lo que es obvio. Incluso nos encontramos con el paciente que antes de acudir al traumatólogo va al fisioterapeuta. Y puede ser contraproducente, porque sin un criterio médico hemos tenido casos de personas que empeoran. Sería necesaria una formación básica desde la adolescencia. Entiendo que mejoraríamos en todos los aspectos de la vida. Saber cuáles son las cosas que nos vienen bien en nuestro día a día, desde la dieta más saludable al tipo de ejercicio, según su intensidad, para cada franja de edad.

¿Podríamos llegar a soñar incluso con una materia obligatoria en los colegios?

Entiendo que algún día se podrá implantar como ya ocurre en otros países. Seguro que una asignatura de hábitos saludables tendría mucha rentabilidad al evitarnos enfermedades.

¿Recuerda aquel instante en el que supo que sería médico?

Esta profesión es muy vocacional. A mí me viene a la memoria la situación personal, que me fue satisfactoria, con solo cuatro años. Y puedo decir que siempre quise ser médico. Luego me decanté por la especialidad a partir de que me ha gustado también desde que yo recuerde lo de arreglar las cosas con mis manos.

¿Cuál es la mejor recompensa en su día a día?

Mejorar la calidad de vida de los pacientes es nuestro reto diario. El poder ayudar al prójimo es lo que, evidentemente, nos empuja. Si vemos cómo aumenta la esperanza de vida, cada vez seremos más importantes. Nuestros pacientes demandan de manera cotidiana poder hacer las mismas cosas que ya hicieron en décadas anteriores.

Son además cada vez más mediáticos por la elite deportiva.

Ahí tenemos el fútbol. Todos los deportistas profesionales nos sirven de escaparate, pero también el que se extienda cada vez más practicar carrera continua, ciclismo o el propio balompié. Muchos de los pacientes llegan informados a través de esa elite, pero la mayoría es consciente de que no siempre podemos devolver el mismo nivel en idénticos plazos. En el fútbol se ve que se acortan los plazos, a veces de manera temeraria, y luego existen complicaciones.

Marbella, Estepona,... La Costa del Sol se ha convertido en una auténtica Meca para los equipos de fútbol que buscan la tranquilidad y las mejores condiciones durante sus pretemporadas.

Es cierto que continuamente se encuentran aquí grandes equipos europeos y asiáticos. Este tipo de clubes que llegan hasta nuestro hospital nos proporcionan experiencia sobre cómo se tratan a los deportistas de elite en cada país. Hay como cuestión común a todos una dinámica concreta, la de que todos vienen asesorados por técnicos y especialistas propios. Tratar a estos jugadores es todo un reto, porque estás ante pacientes muy mediáticos y la finalidad de los tratamientos no es la misma que para el resto de mortales. Aquí buscas que haya una recuperación lo antes posible.

¿Cómo son sus instalaciones?

Las define el concepto de hospital boutique. Nos diferenciamos de la competencia y, en general, del sistema público como algo exclusivo. Disponemos de una accesibilidad muy cómoda, con facilidad para aparcar, vistas al mar. Es un lugar único para poder relajarse. Y por lo que respecta al servicio de traumatología, hemos crecido en un año más del 100%, hasta tener área específica de consultas, quirófanos, perfectamente adaptados e incluso una unidad específica de columna, que es poco común en hospitales privados. Además, nos viene muy bien tener una UCI para grandes cirugías o dispositivos de última generación para simular en 3D, y antes de la cirugía, la zona a intervenir. En recursos estamos a la vanguardia.