El 65% de españoles tarda más de tres meses en corregirse la presbicia por tener la sensación de hacerse mayor, y en mayor proporción los hombres que las mujeres, y eso a pesar de la dificultad para enfocar de cerca y de costarles leer la letra pequeña y tener que alargar el brazo para hacerlo.

Los hombres aceptan menos el hacerse mayores, según los expertos, por eso el porcentaje en su caso se eleva al 67%, cinco puntos por encima de las mujeres (62%).

Además de este componente emocional, hay otros motivos por el que los españoles dejan más tiempo del debido en corregir la presbicia: consideran que se pueden manejar, aunque no vean como antes (62%) y el coste elevado que asocian a la compra de unas gafas progresivas (59%).

Estas son algunas de las conclusiones del estudio sobre la presbicia 'Ver&se bien' realizado por Essilor y la Sociedad Española de Oftalmología (SEO) a más de 3.000 españoles de entre 39 y 54 años.

La presbicia, conocida popularmente como vista cansada, es un defecto visual que va aumentando con la edad. Pero ¿conocemos cuáles son sus síntomas? ¿y los efectos de no corregirla a tiempo? ¿cómo influye la parte emocional del paso del tiempo en todo ello?

Según Julián García Feijoo, secretario general de la SEO, se produce porque con los años el cristalino, que es como una lente encargada de enfocar, se va envejeciendo y eso va alternando la capacidad de adaptar y cambiar la visión intermedia a la de cerca.

Si no se corrige, el esfuerzo visual que hay que hacer al intentar adaptar la visión puede generar problemas en la misma, dolores de cabeza y ojo cargado y rojo.

Por eso hay que revisarse la visión cada cierto tiempo y antes de los 40 años: más del 30% de los españoles lo hace con una frecuencia mayor a dos años y un 10% afirma que se la realizan entre los tres y los cinco.

No obstante, por lo general, los españoles suelen revisar su vista anualmente (42%) y son las mujeres las que más lo hacen en un 44,5% frente al 39,5% en el caso de los hombres.

Casi un 20% solo lo hace cuando tiene algún problema y aumenta ese porcentaje hasta el 30% en el caso de los menores de 45 años. Un 7 % incluso sostiene que no se la ha revisado nunca.

La presbicia es conocida por el 78% de los españoles, pero más por las mujeres (80%) frente al 75% de hombres, aunque la mitad de los encuestados y encuestadas no tiene claro si la tienen o no.

Un 22% cree que sí pero no se la ha corregido y otro 20% cree que no pero no está seguro.

El doctor Antonio Piñero, presidente de la SEO, considera que la mujer puede conocerla más porque en ella puede debutar antes al haber más hipermétropes entre la población femenina.

Uno de cada cuatro encuestados afirma tener presbicia y haberla corregido. La diferencia entre hombres y mujeres es de cinco puntos porcentajes a favor, de nuevo, de ellas.

Los que la tienen sufren estos síntomas: dificultad para leer la letra pequeña (59%), para enfocar de cerca (49,6%) y visión borrosa en las distancias cortas (42,6%).

El 74% de los encuestados considera un problema muy o bastante importante la dificultad para enfocar de cerca, según ha precisado el doctor Piñero.

El 49% de aquellos que tienen corregida la presbicia han optado por gafas de cerca graduadas, seguidos por un 43% que han elegido utilizar lentes progresivas, y un 1,7 % por la cirugía.