La pandemia, la mejor forma de intentar erradicar el tabaquismo

Con un sistema sanitario desbordado por la pandemia, tratar las enfermedades del consumo de tabaco puede parecer un sobreesfuerzo. Pero, precisamente una treintena de asociaciones científicas y expertos entienden que este es el momento idóneo para reducir al máximo el consumo e implantar medidas disuasorias eficaces como por ejemplo duplicar el precio de la cajetilla de tabaco.

El especialista en Salud Pública y miembro del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, Joseba Zabala, reconoce en una entrevista en la agencia Efe que hay que «actuar» contra la industria tabaquera, que utiliza todas las artimañas a su alcance para que el tabaco sea un producto «glamuroso». Zabala cree que la cajetilla debe dejar de ser una «herramienta atractiva» y pide al Gobierno que se sume al etiquetado genérico (cajetillas color caqui) que siguen muchos países europeos.

Zabala también es portavoz de la iniciativa XQNS (Por qué nosotros sí), que ha sido junto a Nofumadores.org promotor de la declaración EndGame (Final de la partida), en la que se esbozan medidas a corto y medio plazo para llegar al final de la epidemia tabáquica en 2030 con una prevalencia de fumadores inferior al 5 por ciento reduciéndose al 2 por ciento en el año 2040.

Por su parte, el presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), el neumólogo Carlos A. Jiménez, entiende también que hay que «reactivar» la lucha contra el tabaquismo, darle «un empujón» para que la autoridades adopten medidas que llevan «años de retraso».

Para Jiménez, un aspecto «importantísimo» es que se vigile el cumplimiento de la ley y se mejoren las condiciones de financiación para el tratamiento del tabaquismo, de forma que llegue a todos los fumadores independientemente del grado de dependencia. Los expertos sostienen que las medidas deben estar basadas en la evidencia científica y dado que es conocido que la covid se transmite de manera dominante por aerosoles, la regla de los dos metros de seguridad es insuficiente.

Por ello proponen que se impida fumar en la calle a menos de diez metros y no se pueda circular fumando un cigarrillo con la mascarilla bajada.

Para los expertos firmantes de la declaración EndGame, la Covid puede favorecer el fin de la industria del tabaco como se acabó con la gasolina con plomo, un producto dañino para la salud, cuyo consumo y uso se ha reducido drásticamente.

Lamentan que la industria aparezca como la «buena» de la película regalando mascarillas en los estancos y promoviendo vacunas. «Eso hay que desenmascararlo», dicen.