Especialistas de la Clínica Universidad de Navarra han realizado por primera vez en España la reparación del ligamento cruzado anterior sin necesidad de injertos, al utilizar para ello el propio ligamento lesionado.

Hasta el momento, ha señalado hoy en un comunicado el centro sanitario, el tratamiento convencional en los casos quirúrgicos sustituye el ligamento desgarrado por un injerto de tejido del propio paciente u otros obtenidos de donantes.

La nueva técnica consiste en conservar el propio ligamento cruzado suturándolo y es particularmente adecuada para el tratamiento de pacientes atléticos activos y trabajadores cuya actividad requiere un alto grado de estabilidad.

Las lesiones del ligamento cruzado anterior, un tejido fundamental en el control y estabilización de la rodilla, las padecen alrededor de 3 pacientes por cada 10.000 habitantes y año en la población general, aunque la prevalencia crece significativamente en colectivos dedicados a la práctica de deportes de contacto y/o los que exigen pivotar sobre la rodilla, como fútbol, baloncesto o esquí.

Según un estudio realizado en España en población deportista, se calcula que se realizaron cirugías de reparación de dicho ligamento en 4 personas de cada 1.000 al año.

La técnica va a ser presentada por el doctor Stefan Eggli en el Congreso internacional de Rodilla y Artroscopia, que se celebra en Madrid del 22 al 24 de abril con la participación de 1.200 especialistas.

Hasta el momento, sólo se ha empleado esta técnica en algunos hospitales de Suiza y de Alemania y ahora comienza en España con su aplicación por los especialistas de la clínica Universidad de Navarra.

Uno de los pacientes en los que se ha empleado la nueva técnica, el pamplonés de 29 años Daniel Aróstegui, quien sufrió su primera lesión de rodilla hace 11 años jugando al fútbol, ha explicado que la mayor diferencia que ha notado respecto a las anteriores intervenciones "ha sido sobre todo en la recuperación".

"En cuatro meses ya estaba en el gimnasio, en la bicicleta y corriendo. Además, al ser la recuperación tan rápida, los músculos no se atrofian. No es lo mismo que si después de una inactividad de meses, llegas a la rehabilitación sin musculación", ha relatado.

De hecho, los especialistas destacan que la restauración del propio ligamento cruzado anterior ofrece "importantes" ventajas respecto a las técnicas convencionales, entre ellas la "inmediata" estabilización mecánica de la rodilla, que permite "una rehabilitación más temprana, promoviendo la autocuración de la rotura y restaurando la sensibilidad profunda o propiocepción".

Además, no se requiere tomar tendones o injertos del propio paciente, con lo que se reduce la extensión de la cirugía, mejora el control del dolor postoperatorio y se evita el debilitamiento de los músculos tomados como injerto, ha agregado el especialista de la clínica Andrés Valentí, formado en Suiza en esta técnica pionera.

También supone unos menores costos socioeconómicos, pues "la discapacidad laboral después de la sutura ligamentosa dura de media menos tiempo que tras la reconstrucción clásica".