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La Wii salva la partida

EFE

La división de juegos de Sony recortó su beneficio operativo en el último trimestre de 2008 un 97 por ciento respecto al mismo período del año anterior, lo que se une a las pesimistas perspectivas de la multinacional, que para cuando acabe el año fiscal en marzo espera sus primeras pérdidas en catorce años.

Nintendo también espera que todo vaya a peor en el nuevo ejercicio, después de presentar hoy una caída de su beneficio neto del 18 por ciento de abril a diciembre, pero anunciar que al final del ejercicio los resultados serán positivos.

A pesar de haber recortado los pronósticos para el actual año fiscal por la crisis, los analistas de Nintendo prevén un beneficio neto récord de 230.000 millones de yenes (2.500 millones de dólares), un aumento del 10,6 por ciento, y ventas por 1,8 billones de yenes (20.000 millones de dólares), un 8,8 por ciento más.

En el apartado de las ventas, Nintendo Wii y Sony Playstation, que abanderan a ambas compañías en el sector de los vídeo-juegos, experimentaron suerte desigual y fue Sony quien registró un menor incremento.

La apreciación del yen fue la principal razón del discreto resultado de ventas tanto de Nintendo, que las aumentó un 16,7 por ciento hasta los 17.012 millones de dólares, como de Sony que lo hizo en un 5,1 por ciento (9.076 millones de dólares) en los tres últimos trimestres de 2008.

Los tres últimos meses del pasado año fueron los peores para Sony, que registró una caída de ventas de la segunda y tercera generación de la Playstation y de su versión portátil del 32,3 por ciento en tasa interanual.

Tan sólo las ventas de videojuegos para la Playstation 3 (PS3) tuvieron un comportamiento positivo entre octubre y diciembre, mientras que las ventas de videoconsolas cayeron en tasas de dos dígitos.

Nintendo sufrió pero ganó la partida a Sony gracias a la buena acogida de la Wii, que incrementó sus ventas en el mundo un 43 por ciento en los nueve primeros meses del año fiscal 2008, mientras que su portátil DS se vendió un 4,5 por ciento más gracias al aumento de las ventas en Europa y Estados Unidos.

No obstante, los pronósticos sobre lo que está por llegar son sombríos tanto en las oficinas de Nintendo en Kioto como en las de Sony en Tokio, influidos por la bajada de los precios de la electrónica, la baja demanda mundial y la apreciación del yen frente al dólar y el euro.

El grupo Sony, que ya anunció que cuando termine el presente año fiscal presentará las primeras pérdidas netas en catorce años por valor de 1.700 millones de dólares, también espera cerrar el ejercicio de su división de juegos en rojo.

En el segmento de juegos, Sony registrará unas pérdidas netas de 30.000 millones de yenes (330 millones de dólares) respecto al año fiscal 2007, de los que la compañía cree la mitad se deberán a la apreciación del yen, mientras que el resto se achaca a una menor demanda.

Además, el gigante nipón dijo en rueda de prensa la pasada semana que tiene pensado incluir a la división de juegos en el programa de recorte de gastos y reestructuración al que se ha visto obligado por los efectos de la crisis mundial.

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