La barrera que limita la transmisión de datos por dispositivos móviles al sector audiovisual ha sido dinamitada por una aplicación que permite enviar además olores y que se prevé que tenga en la gastronomía su mercado más interesante.

La han presentado este martes, en la segunda jornada de la cumbre internacional gastronómica Madrid Fusión, el profesor de la Universidad de Londres Adrian Cheok, junto al chef Andoni Luis Aduriz -con dos estrellas Michelin en Mugaritz (Errentería)- y Luis Castellanos, que en la consultora El Jardín de Junio dirige un proyecto de neurociencias aplicadas al lenguaje.

Otra de las novedades tecnológicas lanzadas en esa ponencia es una herramienta con una cámara que registra los gestos del comensal, que una especie de sismógrafo convierte en un gráfico para medir las seis emociones básicas del ser humano.

"Ningún otro ser vivo más que el humano cocina, no para sobrevivir, sino para degustar, para emocionarse, sentir, darse satisfacción, en los restaurantes nos volvemos más humanos. Con este instrumento se pueden hacer fichas emocionales de los clientes para que las cartas se adapten más a lo que le gusta al comensal", ha apuntado Castellanos.

Aduriz, siempre dispuesto a que "Mugaritz plantee retos", a "ampliar conocimientos" y a dar al comensal la experiencia que busca cuando "cruza hasta medio mundo" para acudir a un gastronómico, ha dado la bienvenida a estas aportaciones tecnológicas que contribuirán a hacer de los restaurantes "laboratorios sensoriales".

"La idea es aunar emociones, tecnologías y gastronomía", ha añadido Castellanos, quien se ha mostrado convencido de que estas herramientas son "las puertas del futuro".

En este sentido, han explicado que la aplicación móvil que permite transmitir olores servirá tanto para que el restaurante se los haga llegar a su cliente cuando reserve como anticipo de la experiencia multisensorial que vivirá, como para compartir con amigos o en las redes sociales las experiencias vividas en un establecimiento, hasta ahora limitadas a fotos y comentarios.

"Es un umami emocional, un potenciador emocional para una experiencia multiplicada por diez", lo ha definido el cocinero vasco, quien ha defendido que la tecnología como la herramienta que nos permitirá hacer más cosas para construir el momento perfecto en el restaurante".