Están ahí. Los vemos en las tiendas, en los grandes almacenes, y nos encantan. Nos enamoran esos estilizados ordenadores con brillantes pantallas y minimalistas teclados que lo llevan todo dentro. Seamos honestos, todos queremos uno. Queremos deshacernos de nuestras feas torres, de esos anticuados monitores. Deseamos cambiarlos por una de estas poesías tecnológicas, dignas de aparecer en la más bella de las películas de Rosellini.

Se llaman 'All in one'. "Todo en uno" sería la traducción literal, pero en algunos casos son mucho más. Si echamos la vista atrás e intentamos recordar cuándo fue la primera vez que nos fijamos en uno de esos extraños ordenadores seguro que nos viene a la memoria aquel primer iMac de Apple, con sus llamativos colores, su original -y redondo- ratón y aquel teclado con teclas de color azabache incrustadas en una transparente carcasa de plástico. Una Venus de policarbonato y silicio.

Si nos ponemos a buscar el origen de este tipo de ordenadores se hace difícil aseverar quién fue el primero. A mediados de la década de los 80 fueron varios los modelos que salieron al mercado. Ordenadores como el Kaypro II o el Commodore PET 2001 se convertían en los primeros de un nuevo concepto de ordenador. También nacía el primer Macintosh.

Dime la verdad. Ahora mismo estás intentando recordar los dos primeros. Muy posiblemente nunca habías oído hablar del Kaypro II, y posiblemente te suena la marca Commodore, pero no de un 'todo en uno'. Aunque seguro que has visto u oído hablar del primer Macintosh.

A mediados de los 80 se empezaron a ver los primeros ordenadores All in one. Eran feos, toscos y muy caros. Pero eran una auténtica revolución. Y Apple empezaba a forjar con su Macintosh el imperio en el que se ha convertido.

Pero aquí hemos venido a hablar de ordenadores. El actual mercado nos ofrece tantas alternativas como uno pueda imaginar. Hemos probado varios modelos, y nos hemos quedado con cuatro que, dentro de un rango de precios asequibles, son posiblemente los mejores exponentes de este nuevo formato. Bueno, no tan nuevo en realidad.

Lo táctil está de moda

Lo último son las pantallas táctiles. Smartphones y tabletas inundan las estanterías de las tiendas y han irrumpido con fuerza en nuestras vidas, por lo que algunos fabricantes han querido ir un poco más lejos.

Los ordenadores 'All in one' con pantalla táctil son útiles, son robustos y muy versátiles. Pero cuidado, no son tabletas. Pese a que incorporan en muchos casos una batería y se podrían usar como un portátil, su elevado peso los convierten en unos pesados compañeros de viaje, toscos y poco prácticos. Y su uso como tableta, pesando varios kilos... En fin.

Al final uno se queda con la belleza, la versatilidad y el diseño de unos dispositivos que no defraudan en absoluto, que quedan de cine en el escritorio y que poco a poco se están convirtiendo en el único bastión que todavía aguanta el tirón de las tabletas. En plena época post PC todavía tenemos PC -al menos 'All in one'- para rato.