Smartphones y otros dispositivos electrónicos personales podrían funcionar como medios de alerta temprana de grandes terremotos, sobre todo en zonas donde los sistemas convencionales son más costosos.

El estudio, dirigido por científicos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) y publicado este viernes en el número de inauguración de 'Science Advances, la nueva revista de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, encontró que los sensores en los teléfonos inteligentes y dispositivos similares se podrían utilizar para construir sistemas de alerta de terremotos.

A pesar de ser menos precisos que el equipamiento científico, los receptores GPS ('Global Positioning System') en un teléfono inteligente pueden detectar el movimiento de tierra permanente (desplazamiento) causado por el movimiento de una falla en un gran terremoto.

Mediante la observación de multitud de fuentes de smartphones de los usuarios participantes, se podrían detectar y analizar terremotos y se podrían transmitir alertas de terremotos personalizadas a los usuarios de estos dispositivos que viven en zonas de sismos. "Esta alerta de colaboración abierta significa que la comunidad se beneficiará de los datos generados a partir de la comunidad", dice la autora principal del trabajo, Sarah Minson, geofísica del USGS e investigadora post-doctoral en Caltech mientras trabajaba en este estudio.

Los sistemas de alerta temprana de terremotos detectan el comienzo de un sismo y transmiten rápidamente advertencias a las personas y los sistemas automatizados antes de que experimenten el temblor en su ubicación. Aunque gran parte de la población mundial es susceptible a terremotos fuertes, los sistemas de alerta de sismos EEW están operando actualmente en sólo unas pocas regiones de todo el mundo, incluyendo Japón y México.

"La mayoría del mundo no recibe las alertas de terremotos debido principalmente al coste de la construcción de las necesarias redes de vigilancia científica", señala el geofísico del USGS y líder del proyecto Benjamin Brooks. Los investigadores probaron la viabilidad de EEW de multitud de fuentes con una simulación de un hipotético terremoto de magnitud 7 y con datos reales del terremoto de 2011 de magnitud 9 que se produjo en Tohoku-Oki, Japón.

Los resultados muestran que EEW 'crowdsourcing' podría lograrse con sólo un pequeño porcentaje de personas en un área determinada que contribuya a aportar información de sus smartphones. Por ejemplo, si responden los teléfonos de menos de 5.000 personas en una gran área metropolitana, el terremoto podría detectarse y analizarse lo suficientemente rápido como para emitir una advertencia a las áreas más lejanas antes de que llegue una fuerte sacudida. "La velocidad de una alerta electrónica viaja más rápido que el temblor del terremoto", explica Craig Glennie, un autor del informe y profesor de la Universidad de Houston, Estados Unidos.

Los autores encontraron que los sensores en los teléfonos inteligentes y dispositivos similares se podrían emplear para emitir alertas de terremotos para los seísmos de magnitud aproximadamente 7 o más grande, pero no para terremotos potencialmente dañinos más pequeños.

Un gran EEW requiere una densa red de instrumentos científicos. El sistema científico EEW, como el 'ShakeAlert' del Servicio Geológico de Estados Unidos que se está aplicando actualmente en la costa oeste de Estados Unidos, será capaz de ayudar a minimizar el impacto de los terremotos en un amplio rango de magnitudes, pero en muchas partes del mundo donde no hay recursos suficientes para construir y mantener redes científicas, el consumo de aparatos electrónicos es cada vez más común, por lo que el EEW por 'crowdsourcing' tiene un potencial significativo.

"El sistema de alerta temprana terremoto de Estados Unidos se está construyendo en nuestras redes de alta calidad del terremoto científicos, pero los enfoques de 'crowdsourcing' pueden ampliar nuestro sistema y tienen un potencial real para hacer advertencias posibles en lugares que no cuentan con redes de alta calidad", subraya Douglas Given, coordinador del Sistema de Alerta Temprana de Terremoto ShakeAlert de USGS.

La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional ya ha acordado financiar un proyecto piloto, en colaboración con el Centro Sismológico Nacional de Chile, para poner a prueba un sistema piloto de alerta de terremotos híbrido que comprenda sensores de teléfonos inteligentes autónomos y sensores de grado científico a lo largo de la costa chilena.

"El uso de las flotas de teléfonos móviles como una red de sensores distribuidos y la visión estadística de que muchos instrumentos imprecisos pueden contribuir a la creación de mediciones más precisas tiene una amplia aplicabilidad incluyendo un gran potencial para beneficiar a las comunidades donde no hay una red de instrumentos científicos", valora Bob Iannucci, de la Universidad Carnegie Mellon, en Silicon Valley, Estados Unidos.

"Hace 30 años costaba meses montar una imagen ordinaria de las deformaciones de un terremoto. Esta nueva tecnología promete ofrecer una imagen casi instantánea con una resolución mucho mayor", destaca Thomas Heaton, coautor del estudio y profesor de Ingeniería en Sismología en Caltech.

"Los datos de 'crowdsourcing' son menos precisos, pero para los terremotos más grandes que causan grandes cambios en la superficie del suelo, contienen suficiente información para detectar que se ha producido un terremoto, información necesaria para la alerta temprana", concluye la coautor del estudio Susan Owen, del 'Jet Propulsion Laboratory' de la NASA, en Pasadena, California, Estados Unidos.