Contratar Internet puede parecer un trámite sencillo, pero no lo es tanto elegir la compañía adecuada. Antes de formalizar la contratación de una línea de Internet, debemos tener en cuenta varios aspectos de los que dependerá que nuestra decisión sea la acertada. En el mercado existen multitud e ofertas y paquetes, pero antes de decidirnos por un determinado proveedor es necesario valorar cuestiones como qué velocidad de navegación necesitamos, qué tipo de conexión queremos, la cobertura del servicio, qué cantidad económica estamos dispuestos a abonar en nuestra factura mensual... Te ofrecemos 5 consejos que debes tener en cuenta antes de decidirte:

¿QUÉ NECESITAMOS?

A la hora de elegir un proveedor es fundamental en primer lugar determinar cuáles son nuestras necesidades y qué es lo que necesitamos. Debes definir el tipo de usuarios que vas a ser, ya que no es lo mismo un internauta que estará ´enganchado´ durante horas a la Red -viendo películas, jugando a videojuegos con otros usuarios...- que otro tipo de usuario más ocasional que solo recurrirá a Internet para visualizar algún vídeo en Youtube, leer algún periódico, revisar correos electrónicos...

Tampoco tiene las mismas necesidades, por ejemplo, un profesional autónomo que necesita la conexión para trabajar desde casa. En cualquier caso, lo habitual es que la conexión a Internet en un hogar sea utilizada por varias personas, por lo que la conexión elegida debe adaptarse a distintos tipos de perfiles.

VELOCIDAD, TIPO DE CONEXIÓN Y ASPECTOS TÉCNICOS

A partir del análisis de nuestras necesidades, deberemos optar por contratar una u otra velocidad. Sobre esta cuestión, debemos estar alerta y dedicar algo de tiempo a investigar si lo que prometen los operadores se ajusta a la realidad. En este sentido, cabe destacar que casi siempre las velocidades que se promocionan indican 'hasta' para advertir que las ofertas están condicionadas. Y es que la velocidad final que el usuario reciba en su domicilio depende de factores como la distancia hasta la central que suministra el servicio de banda ancha, la saturación de la Red, las condiciones de nuestra línea telefónica...

Por todo ello, a la hora de elegir una conexión, deberemos averiguar primero cuál será la velocidad máxima que podremos recibir en función del operador elegido. La cuestión de la velocidad pasará a un segundo plano si en lugar de ADSL se opta por fibra óptica, una tecnología que no obstante no todos los proveedores ofrecen en estos momentos. Además del tipo de conexión, también habrá que valorar aspectos técnicos como el tipo de router que nos ofrece cada proveedor y que condicionará por ejemplo la transmisión de datos vía wifi.

COMPARAR LAS OFERTAS CONVERGENTES

Cada vez es más habitual que las operadoras de telecomunicaciones ofrezcan ofertas convergentes en las que además de Internet se incluya también telefonía móvil y en algunos casos también plataformas de televisión digital. A la hora de valorar la elección de un determinado proveedor, deberemos dedicar un tiempo a comparar entre estos llamados ´packs ahorro´ las distintas y variadas ofertas presentes en el mercado, valorando si nos merece la pena contratar solo Internet, si es mejor que integremos también el móvil en la tarifa...

También en este caso es fundamental leer a fondo la letra pequeña, ya que a las condiciones que se nos impongan para la contratación de la conexión a Internet también se añadirán las de la línea de telefonía móvil y de la televisión digital en el caso que también figura en la oferta convergente.

ATENCIÓN AL CLIENTE

Nadie desea que su conexión a Internet se vea interrumpida o sufra fallos, pero estas cosas ocurren. Por ello resulta fundamental que la empresa con la que contratemos nuestra conexión de Internet esté comprometida con una adecuada atención al cliente. La inadecuada prestación de este servicio es uno de los motivos fundamentales que alegan los internautas para darse de baja con una operadora, circunstancia que da fe de la importancia que tiene la comunicación con la empresa.

Además, hay que tener en cuenta que no solo necesitaremos ponernos en contacto con el proveedor cuando se produzca una avería o un fallo. En muchas ocasiones, también necesitaremos recurrir a nuestro proveedor para por ejemplo realizar alguna consulta relacionada con nuestra factura.

PRECIO Y CONDICIONES

Indudablemente, lo que estemos dispuestos a pagar resultará fundamental a la hora de optar por un determinado proveedor para nuestra nueva conexión a Internet. La amplia variedad de ofertas disponibles en el mercado tiene también su reflejo en las diferencias de precios existentes, por lo que deberemos buscar la oferta que mejor se adapte a nuestras necesidades y a nuestro bolsillo. Además, también hay que tener en cuenta las condiciones del contrato que firmemos. Y es que la letra pequeña de los documentos de los proveedores de servicios de telecomunicaciones es un ´clásico´ en las listas de quejas más habituales de los ciudadanos.

Hay que estar muy atento a los precios promocionales que se aplican durante un determinado periodo y asegurarse de cuál será el coste fijo una vez finalice esta oferta. Además, hay que informarse sobre cuestiones importantes como si el router está incluido en el precio, qué permanencia tendremos y qué penalización se nos aplicará si la rompemos, si los antivirus y herramientas de seguridad que se acostumbran a ofrecer son gratuitos, si se nos ofrecerá también correo electrónico, si el servicio de soporte técnico tiene algún coste...