Seguramente usted siga usando WhatsApp porque hace unas semanas clicó el "aceptar" de un mensaje enviado por dicha compañía a sus usuarios. Con esta acción ha aceptado la modificación de las condiciones de uso. También es probable que lo haya hecho sin leer los nuevos términos de dicha modificación. Si es así, ha dado carta blanca para compartir con Facebook su número de teléfono, la frecuencia del uso del servicio de mensajería instantánea y demás hábitos.

Como señala la Oficina de Seguridad del Internauta del Instituto Nacional de Ciberseguridad, "que las aplicaciones top modifiquen la condiciones de uso no es novedad". Jorge Flores Fernández, informático experto en el uso seguro de las TIC, fundador y director de PantallasAmigas, y Nacho Heras, especialista en ciberseguridad y directivo de G Data, dan unas claves para preservar la privacidad en el uso de los servicios que ofrecen las apps.

Necesidad. Valorar si es realmente necesaria la app que se quiere instalar.

Fiablidad. Averiguar si es de fiar por los comentarios de otros usuarios y el lugar de donde se descarga. Desde Apple Store o Google Play es más seguro, por ejemplo.

Leer. las condiciones de uso y permisos que se están concediendo por defecto a la aplicación al aceptar, tanto cuando se instala como cuando se actualiza.

Ten en cuenta estos consejos a la hora de bajarte una aplicación. Getty Images.

Discriminar si son pertinentes los permisos que implican al aceptar dicho servicio, y aun siendo pertinentes, si nos compensa.

Número del móvil. No es habitual que se solicite a no ser que tenga una función muy concreta tanto para hacer llamadas o enviar mensajes, lo que habrá de valorarse si realmente interesa.

Geolocalización. Puede ser necesario por la propia naturaleza del servicio (como localizar las farmacias o cajeros más próximos al usuario). Si no es así, mejor desactivar esta opción.

Contactos. Compartir los contactos puede ser útil y necesario en servicios de mensajería instantánea, pero poco más.

Acceso a imágenes. Necesario para compartir fotos y vídeos si es esa la finalidad de la aplicación.

Configuración. Si no es posible cambiar la configuración de los permisos y las opciones de privacidad una vez instalada la aplicación en el móvil, mejor deshacerse de ella.

Actualizaciones. Son necesarias porque aportan los parches de seguridad que incrementan la garantía de privacidad.

Antivirus. Imprescindible. No sólo frena las aplicaciones maliciosas. Los hay que tienen la función de poder aglutinar las apps instaladas en el móvil según el tipo de permiso aceptado. Muy útil para cuando se quiere cambiar la configuración de un permiso sin saber a qué aplicaciones se ha otorgado.