Internet, y el consumo de contenidos en el móvil ha transformado muchos sectores de la sociedad, pero sobre todo tiene especial relevancia el cambio que se ha producido en el sector audiovisual.

El concepto de "ver la tele" se ha transformado radicalmente en los últimos años. El consumo audiovisual ha evolucionado y se ha trasladado de la pantalla de televisión al móvil, el ordenador o la tablet. Tan sólo es necesario un dispositivo móvil, y una buena conexión a internet. El perfil del consumidor de estos contenidos suele ser joven y el dispositivo más usado para este consumo es el Smartphone. Por su parte, las Smart TV han irrumpido con fuerza en el mercado, y actualmente, más de la mitad de los hogares españoles poseen una televisión con conexión a internet.

En consecuencia, el consumo de la televisión tradicional está perdiendo audiencia en pro del consumo del vídeo bajo demanda cuyas cifras ascienden año tras año. En esta nueva realidad, el panorama audiovisual español está conformado por la convivencia de las plataformas de televisión por internet de las principales operadoras Movistar+, Vodafone TV y Orange TV y las plataformas de vídeo bajo demanda como las americanas Netflix, Amazon Prime Video y HBO, o las españolas Rakuten TV o Filmin. Operadoras y plataformas bajo demanda suelen compartir contenidos para llegar a más audiencia a través de alianzas estratégicas. Según un informe del Panel de Hogares de la CNMC, Movistar+ es el servicio con más suscriptores llegando a congregar a 2,2 millones, seguido de cerca por Netflix con 2 millones. Por detrás de ambas se sitúan Vodafone TV, seguida por la plataforma Amazon Prime Video. A continuación, se sitúa Orange TV y en sexta posición, HBO con 363.000 suscriptores. En definitiva, tres de cada diez hogares usaron servicios de pago para ver contenidos audiovisuales online a finales del pasado año (CNMC, 2018).

Estos datos demuestran la gran acogida de este tipo de plataformas en nuestro país, y evidencian el auge de este nuevo modelo de negocio reflejando nuevas tendencias en los hábitos de consumo particular con mayor autonomía, personalización e interactividad.

Podemos decir que el sector audiovisual se ha democratizado, pues se ha trasladado la decisión del consumo de contenidos al usuario directamente: el espectador decide qué ver, cuándo y dónde. Además, puede interactuar y decidir sobre el argumento o el final de ciertas series, o incluso, comprar la camiseta que lleva puesta su actor favorito en ese momento.

Otro rasgo de esta nueva forma de consumo de contenidos es que se pueden visualizar en cualquier momento, o de forma continuada como ocurre con los famosos maratones de series. La audiencia, además, es internacional como es el caso de series como Juego de Tronos, que ha tenido en vilo a miles de espectadores de todo el mundo durante sus diferentes temporadas. Sin ir más lejos, la serie española La casa de papel, producida por Netflix, es un éxito rotundo internacional que se visualiza en esta plataforma de streaming.

Este modelo de negocio tan lucrativo no ha pasado desapercibido para los gigantes tecnológicos como Google, Amazon, o incluso Apple que también quieren su parte del pastel y se han lanzado a la creación de sus canales de televisión a la carta y sus contenidos de producción propia siguiendo el ejemplo exitoso de Netflix que produce y distribuye sus propias series como Stranger Things, Narcos, Black Mirror, La casa de papel, etc. HBO, hace lo propio con las suyas como Juego de Tronos, Los Soprano, Chernobyl, Las chicas del cable...

También Movistar + invierte millones de euros en producción propia con series como La Peste, Hierro, Arde Madrid... De esta forma, se cierra el círculo de creación, producción y distribución de contenidos y se adquiere un valor añadido exclusivo y diferenciador frente a la competencia.

Y ante este panorama, ¿qué puede hacer la televisión tradicional? ¿Desaparecerá la televisión de toda la vida?

Actualmente las televisiones están apostando por volcar contenidos exclusivos en su propio canal de internet de Televisión a la carta, llevando a la audiencia a contenidos que solo se pueden ver de forma online. Mueven este contenido por redes sociales y consiguen atraer a más audiencia. RTVE, Atresmedia y Mediaset cuentan con sus propias plataformas de televisión a la carta donde vuelcan los contenidos de la analógica para que puedan ser visualizados a demanda. En junio del 2018, se cerró un acuerdo entre RTVE, Atresmedia y Mediaset España, para unir contenidos en una misma plataforma, LovesTV, con el objetivo de mejorar la pluralidad, calidad y experiencia de la oferta nacional en abierto mediante la televisión conectada a internet.

No obstante, la televisión tradicional tiene un valor que no posee las plataformas por suscripción y que puede garantizar su permanencia, y es el valor del directo, de la información del momento, la actualidad y los programas realities. Sin contar que aún, parte de la audiencia, disfruta viendo los contenidos de forma lineal y tradicional, por el mero placer de hacer zapping sentado en el sofá.

Gema CasqueroDircom Internalia Group#ObservatorioInternalia