La compañía japonesa Sony ha reconocido que, a pesar de haber trabajado durante las vacaciones, no podrá fabricar suficientes sensores de cámara para satisfacer la alta demanda de los fabricantes de teléfonos móviles en todo el mundo.

El jefe de la unidad de semiconductores de Sony, Terushi Shimizu, ha señalado que la empresa está más que duplicando su gasto de capital en el negocio a 280.000 millones de yenes (alrededor de 2.300 millones de euros) este año fiscal y además está construyendo una nueva planta en Nagasaki (Japón) que se abrirá a principios de 2021.

"A juzgar por cómo van las cosas, incluso después de toda la inversión en la expansión, podría no ser suficiente", ha afirmado Shimizu en una entrevista a Bloomberg. "Tenemos que disculparnos con los clientes porque simplemente no podemos fabricar lo suficiente", ha añadido.

La mayoría de los teléfonos móviles de la actualidad cuentan con mecanismos integrados por varias cámaras, llegando a alcanzarse teléfonos con cinco lentes de cámara traseras (Nokia 9 PureView y Xiaomi Mi Note 10), cada una de ellas para distintas funciones, o como el iPhone 11 Pro, con cámara triple de Sony.

Además, los últimos modelos de marcas como Samsung, Realme o Xiaomi cuentan con resoluciones de más de 40 megapíxeles, como la que tiene el popular sensor IMX 586 de Sony de 48 MP, utilizada por multitud de teléfonos durante este año 2019.

La compañía, que afirmó en mayo que controlaba el 51 por ciento del mercado de sensores de cámara, considera que los ingresos en su unidad de semiconductores ascenderán un 18 por ciento a 1.040 millones de yenes (8,55 millones de euros), de los cuales el 86 por ciento son sensores de cámara.