Jaume Collboni, como máximo representante municipal del área económica de la ciudad de Barcelona, ha vivido en primera línea de fuego la difícil semana antes de quedarse sin el congreso mundial de telefonía móvil este año.

-5 de febrero. LG se borra del Mobile y muchos se echan a temblar. ¿Cuál es la primera reacción del Ayuntamiento de Barcelona?

-LG ha sido ahora la primera en garantizar que vendrá el próximo año. Pero nosotros este año trabajábamos por primera vez en un grupo operativo desde hace tres meses que seguía todo lo relacionado con el congreso, desde seguridad a movilidad, relaciones institucionales, con la Fira y con GSMA. El objetivo era afrontar cualquier imprevisto que se había dado en anteriores ediciones, como huelgas o el tema político. Llegamos a las puertas del Mobile con todo despejado y claro. En ningún caso habíamos previsto que una alarma sanitaria pudiera interferir. Recibimos las primeras noticias con preocupación, pero nuestro interlocutor es GSMA y en esos momentos no sentimos que fuera alarmante.

-Como ayuntamiento, ¿cómo se explican que Ámsterdam haya acogido una feria tecnológica sin problemas y otras no vayan a suspenderse, mientras la de Barcelona moría?

-Ha habido un factor de mala suerte de calendario. Estamos convencidos de que si se hubiera celebrado esta semana no habría habido cancelación. El problema es que la punta de la alarma global del coronavirus se ha producido en el momento clave y más sensible de las confirmaciones de participación del Mobile. Pero es un hecho que todas las ferias han tenido anulaciones o bajada de participantes, hay menos viajes y eventos en general.

-¿Ha constatado que haya habido otras afectaciones en Barcelona?

-Toda la actividad ferial de la ciudad se mantiene, y la entrada de 100.000 a 150.000 visitantes diarios se ha mantenido estable. Ningún operador nos ha dicho que haya tenido cancelaciones por este motivo. Ni en Barcelona, Catalunya o España hay una situación excepcional en este sentido.

-¿Ha habido la suficiente sincronía con el resto de instituciones para defender el congreso hasta el final?

-Nosotros junto a Gobierno y Generalitat hemos preservado la tranquilidad y la calma desde el punto de vista de la seguridad sanitaria. Era nuestra prioridad. El mensaje que damos como gobierno es que la alarma sanitaria no puede justificar bajo nuestro punto de vista una cancelación. ¿Qué la provoca? Se produce una situación de cierto pánico irracional y no fundamentado que hace que las empresas empiecen a caer en un efecto dominó.

-Hay quién dice que el consistorio no ha ayudado con acciones como el manifiesto contra el 5G que luego fue retirado, o avalando otra feria crítica.

-Todo el mundo ha de entender que estamos en una sociedad abierta y democrática donde todos pueden dar su punto de vista y organizar los eventos que consideren porque somos una ciudad abierta y la discrepancia y sentido crítico forma parte de nuestro ADN. Pero es clara la apuesta de las instituciones por la industria, la capitalidad digital de Barcelona, su tejido productivo€ Y hemos hecho frente a esta crisis de la mano con el tejido digital y tecnológico de la ciudad. Con complicidad.

-¿Baraja algún otro factor más allá del virus?

-Yo creo que no hay un solo factor. El básico ha sido el problema sanitario, pero a nadie se le escapa que hay una tensión entre grandes compañías americanas y asiáticas, pero no sabemos cómo puede haber influido en decisiones. Sería entrar en un terreno especulativo que no nos corresponde.

-¿Se ha planteado no cancelar sino posponer la cita a este mismo 2020 como pedían los sectores económicos de la ciudad?

-Nos consta que antes de la cancelación GSMA ha contemplado todos los escenarios. Son los que saben de esto, es su negocio, y ellos mismos lo descartaron porque consideran que un evento de esta magnitud, en un sitio como Barcelona y fechado en febrero, está muy fijado a nivel global en todas las compañías y no era realista cambiarlo de un mes a otro. Tampoco se sabía cómo va a evolucionar el coronavirus. No se podía planificar.

-¿Cree que ha servido para que en Barcelona se perciba mejor la importancia de esta cita?

-Absolutamente. Es otra de las cosas positivas. Con el Mobile había ganado la ciudad en su conjunto. No solo por el impacto económico sino porque en los últimos siete años Barcelona ha logrado unos 60.000 puestos de trabajo en el sector tecnológico y digital, que significa empleos bien pagados y estables. Esto es el gran legado del congreso de móviles y de futuras ferias vinculadas con la sostenibilidad. Muchas veces no se valora lo que tiene hasta que se ve en riesgo. Ahora se ha tomado conciencia de la importancia y valor del Mobile y la actividad de la feria para la economía de la ciudad.

-Usted contempla otros aspectos positivos en esta crisis, como la resiliencia local.

-Sí. En esta edición hemos acuñado la idea de que el Mobile es Barcelona y Barcelona es Mobile. Desde ese punto de vista, GSMA se ha comprometido para el 2021 y ha constatado que más allá de la alianza con las instituciones, es una alianza y una complicidad de verdad, porque estamos a las duras y a las maduras. No es una decisión que nosotros hubiéramos tomados, porque no hay motivos, pero sí dijimos que les acompañaríamos para explicarlo y trabajar para hacerlo cada vez mejor. Y estoy muy orgulloso del esfuerzo de la gente en Barcelona. Las últimas 24 horas han sido un ejemplo de reacción positiva, con las empresas tecnológicas y con los sectores económicos. Pocas lamentaciones y muchas ideas para el futuro.