Fenómeno digital

El metaverso desembarca en el Mobile World Congress de Barcelona

La feria tecnológica acogerá charlas sobre fenómenos en auge como la realidad virtual, los videojuegos, el futuro de internet y la economía digital

Varios visitantes en el espacio Cloud City del Mobile World Congress, durante al tercera jornada de la feria.

Varios visitantes en el espacio Cloud City del Mobile World Congress, durante al tercera jornada de la feria. / EFE

Carles Planas Bou

En la novela ‘Snow Crush’, de 1992, el escritor Neal Stephenson imaginó un futuro distópico en el que los humanos conectaban su cuerpo a internet para habitar mundos alternativos y “evadirse de las durezas de la realidad”. A ese entorno virtual le llamó metaverso, una idea que la industria tecnológica ha popularizado en los últimos meses hasta convertirla en todo un fenómeno en el sector que también se debatirá en el Mobile World Congress (MWC).

Hasta ahora, desbloquear el móvil o abrir la pantalla del portátil han sido las principales vías para mantenernos más de seis horas diarias conectados a internet. Pero, ¿te imaginas hacerlo en 3D, vistiendo unas gafas de realidad virtual y trajes con sensores? La industria tecnológica lleva más de 30 años estudiando cómo dar forma a esa fantasía de la ciencia-ficción. Y, aunque aún queda lejos, empresas como Facebook han prometido dar vida a ese “internet incorporado”. Ya en 2016 su fundador y director ejecutivo, Mark Zuckerberg, visitó el Mobile para predicar las bondades de la realidad virtual. Dos años antes había comprado Oculus, compañía líder en ese sector, por 2.000 millones de dólares.

A día de hoy el metaverso es aún una nebulosa, un término de moda con el que gigantes del sector buscan popularizar lo que quieren que sea el futuro de la red: una realidad virtual inmersiva en jugar, socializar y comprar activos digitales. Todo ello a través de un avatar, como en un videojuego. Obras como Fortnite, Minecraft o League of Legends muestran el camino de hacia dónde puede evolucionar internet en los próximos años.

El auge de la economía virtual

Y es que el mayor potencial transformador de la realidad virtual pasa por una economía digital que se está disparando. Entornos como los videojuegos mueven anualmente miles de millones al año tan solo con la venta de ‘skins’, armas o prendas de ropa con las que vestir a sus personajes. Incluso hay quien invierte en comprar terreno virtual en plataformas como Decentraland para construir edificios y hacer caja cuando esos mundos pasen a albergar a miles de usuarios. Si lo logran. Todo ese comercio digital se articulará a través de criptomonedas NFT, otros dos fenómenos cada vez más populares (y cuestionados) que también se debatirán en el Mobile.

A pesar de ser aún una idea por concretar, el metaverso se ha convertido ya en un fenómeno –más cultural y mediático que puramente técnico— que genera muchas expectativas. La popularidad de este concepto se disparó el pasado octubre cuando, en pleno escándalo por la publicación de documentos que exponían la toxicidad de sus redes sociales, el imperio Facebook anunció que pasaba a llamarse Meta y a virar su negocio hacia la realidad virtual. Desde entonces las grandes compañías del sector –como MicrosoftGoogle Apple—han iniciado una carrera para ser los primeros en crear y dominar ese mundo virtual.

Interés transversal

La feria de innovación tecnológica que Barcelona y l’Hospitalet de Llobregat acogen del 28 de febrero al tres de marzo incluirá múltiples paneles en los que se explorarán las posibilidades técnicas y económicas que abre la realidad virtual. En estas participarán directivos de empresas de ámbitos tan distintos como Meta, Microsoft Azure, Sotheby’s, Accenture, CaixaBank o Block, lo que evidencia que el impacto de esta idea del metaverso sería transversal.

Muchos ven con escepticismo esas promesas de una red inmersiva, tanto porque consideran que no aportan valor añadido para el usuario como por los peligros de que degenere en una mayor vigilancia y extracción de datos de estos. Sin embargo, muchas grandes empresas se están apuntando a una oportunidad de negocio que no quieren dejar atrás. Para estas, es como si a mediados de los años noventa hubiesen rechazado invertir en internet pensando que no sería más que una moda pasajera. Sólo el tiempo dirá si tenían razón.