El cazatalentos gallego de los ‘gamers’

David Sabater, “de Monte Alto de toda la vida”, como él mismo dice, es mánager de un equipo de la Liga de Videojuegos Profesional

El coruñés David Sabater, mánager del equipo UCAM Esports, en una competición junto a los jugadores.

El coruñés David Sabater, mánager del equipo UCAM Esports, en una competición junto a los jugadores. / LOC

Ana Carro

Hace poco más de dos años que David Sabater recibió una oferta que cambió todos sus planes. Entonces era difícil imaginar que un hobby, como pueden ser los videojuegos, se convirtiese en trabajo. Pero lo consiguió. Pasó de jugar a comentar partidas y, a finales de 2018, Penguins llamó a su puerta. “Seguía muchas competiciones y fui a eventos en diferentes ciudades. Entonces me ofrecieron el puesto de mánager en su club del videojuego League of Legends y acepté. Me tuve que mudar a Ourense”, comenta.

Desde entonces, su trayectoria laboral ha estado marcada por las buenas noticias. Cuando la Universidad Católica de Murcia (UCAM) dio el salto Liga de Videojuegos Profesional e integró Penguins en su estructura, se trasladó a Murcia, donde actualmente reside junto al entrenador del equipo y cinco jugadores. “Vivimos en una casa de tres plantas con jardín y piscina, en unas condiciones magníficas. Es parecido a lo que hace Ibai con su equipo”, detalla el coruñés, que tiene relación con el streamer vasco por haber coincidido en temas de trabajo.

El cazatalentos coruñés de los ‘gamers’

El cazatalentos coruñés de los ‘gamers’. / LOC

Como mánager del equipo, Sabater se encarga de “negociar con los jugadores, hacerles ofertas y ayudarles en su día a día”. Un cazatalentos. “Como un ojeador de fútbol, pero en este caso lo puedes ver todo por internet. No hay que desplazarse a un campo en mitad de la nada. Desde el ordenador tengo acceso a las ligas de todo el mundo”, explica, aunque el coruñés, de 25 años, está “focalizado en Europa” y es conocido porque ha traído al equipo de la UCAM a jugadores de la liga portuguesa. “Hay mucho talento”, apunta.

No tiene un título universitario que le ha llevado hasta aquí. David Sabater expone que el de los videojuegos es “un sector autodidacta”. “Sí que hay carreras que te pueden ayudar, pero tienes que saber tratar con la gente. No aprendes a fichar jugadores en una clase, hay que saber identificar el talento”, relata.

Los miembros del equipo que gestiona están especializados en el League of Legends. “Los jugadores profesionales siempre se centran en un solo juego. Si eres bueno al League of Legends, no eres bueno al FIFA. Hay que dedicarle muchas horas”, reconoce.

Lo suyo, como él dice, es “detectar talento y resolver problemas”, no jugar, aunque a veces coge el mando para entretenerse. Igual que hacía cuando todavía era un niño y vivía en Monte Alto. “Me encantaría volver. Ahí tengo a mi familia y a mis amigos. Ojalá pudiese seguir con este trabajo pero desde A Coruña”, se sincera, e informa e que “en la zona norte de la península”, el mundo de los videojuegos “esta más parado” que en otros puntos de España. “Aunque sí hay mucha gente de Galicia que se dedica a esto. Somos diez equipos en la liga, y cinco o seis tienen mánagers gallegos”, revela.

A Sabater le llegó la oportunidad cuando estaba pensando en hacerse con el negocio familiar. “Mis padres tienen una charcutería en el mercado de Monte Alto. Yo estaba estudiando Administración y Dirección de Empresas en la Universidade da Coruña y hablamos de que me iba a encargar yo de la tienda. Justo cuando miraba maquinaria con mi padre, me llegó el mensaje al móvil. Me cambió la cara. Así que mi padre me llevó a tomar una cerveza para que le explicase la propuesta”, recuerda. Esa conversación, quizá, le cambió la vida. “Luego se lo dije a mi madre, que era un poco más reacia, porque hasta entonces había cobrado pero no me daba para vivir. Le expliqué que me proponían un contrato indefinido y a jornada completa y lo entendió. La cosa iba en serio”, declara.

Así se asentó en un sector que no ha hecho más que crecer en los últimos meses, con Twitch como escaparate. “Ha ayudado mucho la pandemia porque la gente se tienen que quedar en casa y busca nuevas formas de entretenimiento”, explica el joven, que piensa que los videojuegos “siempre van a tener su público”. “Quizá no tan grande como el fútbol o la NBA en Estados Unidos porque la audiencia es más reducida, pero es un mercado que se ha estabilizado”, opina.

En la UCAM, que lleva un año y medio en activo, defienden la filosofía de “formar talento”. “Somos como una catapulta para que los jugadores tengan una mayor exposición y se puedan ir a equipos con más presupuesto e historia. Que suban al siguiente nivel”, manifiesta. El equipo compite en la Superliga, organizada por la Liga de Videojuegos Profesional, en la que siempre se ha situado “como un equipo de play off, entre los seis mejores”, aunque este año ha superado su propio techo y se ha proclamado campeón. “Lo más lejos que habíamos llegado era semifinales y hemos conseguido ganar”, informa.

El COVID-19 no ha frenado la actividad en este mundillo. No hay grandes espectáculos presenciales con público, pero todo sigue online. “Ya se estaba haciendo antes de la pandemia, pero esto lo ha acelerado. En nuestra casa, donde vivimos y jugamos, hay seis cámaras para la retransmisión. Eso ayuda mucho a empatizar porque ves la reacción de los jugadores. No hay eventos, pero lo suplimos de esta manera”, resume el joven de Monte Alto, al que todavía le queda camino por recorrer. “Es un sector que está en muy buen momento”, concluye.