Tras la apertura a última hora de la tarde de ayer de la novena boca, el número de desalojados ha aumentado, ya son 6000 personas fuera de sus casas, porque se ha incrementado la superficie amenazada por la lengua de lava. De momento ya cubre 103 hectareas y ha destruido 183 edificios. Si finalmente, como se prevé, llega al mar, aún quedan en su camino unas mil viviendas. El Gobierno de Canarias ya ha anunciado que se acogerá a los fondos europeos de solidaridad porque los daños superarán con creces los 400 millones de euros, un 1% de su PIB. En las últimas horas la velocidad de avance de la colada se ha ralentizado, es lo habitual cuando la lava es tan viscosa y llega a terreno llano. La tasa de emision de gases es hoy mayor que ayer, por eso el gobierno insiste en mantenerse alejado de del radio de dos kilómetros de exclusión.