El Congreso dará luz verde a la primera fase de la reforma de las pensiones que deja atrás el modelo del gobierno de Mariano Rajoy.

Así lo acordaron y firmaron, en verano, Gobierno y agentes sociales.

El próximo enero, las pensiones subirán un 2,5 por ciento porque su revalorización queda vinculada al índice de precios al consumo. Subida que, ya se ha calculado, supondrá un coste de unos 4.300 millones de euros, que el Gobierno ha incluido en los presupuestos del año que viene.

Para garantizar las pensiones de la generación del 'baby boom', Gobierno y sindicatos, sin el beneplácito de los empresarios, acordaron subir 0,6 puntos las cotizaciones durante diez años, a partir de 2023. Para llenar la llamada 'hucha' de las pensiones.

Una segunda parte de la reforma contempla una batería incentivos y penalizaciones para retrasar la edad de jubilación efectiva y acercarla a la edad legal. La idea es que sea a los 67 años a partir de 2027.