Despedimos 2021 y recibimos 2022 con el coste de la electricidad marcando récords históricos. Y eso, sumado al encarecimiento de los carburantes y del gas natural, ha provocado que se disparen los precios de muchos productos. Y lo peor es que parece que la tendencia se va a mantener en este comienzo de año. Sube el coste de producción, y con él, el precio de casi todo. El MWh se ha multiplicado por 4 con respecto al pasado mes de enero. Tampoco se libran los carburantes. Hoy, llenar el depósito cuesta de media, 20 euros más que hace un año. La subida del coste de la energía, se traslada a la cesta de la compra: los alimentos suben hasta un 6 y medio por ciento. También a la vivienda, la escalada del IPC dispara los precios del alquiler. Una cuesta de enero imposible para muchos bolsillos y que será la más dura del último siglo.