Pese al optimismo de la vicepresidenta económica, el Banco de España prevé una fuerte rebaja del crecimiento para el año que viene hasta el 1,4 por ciento. Son siete décimas menos que el 2,1 por ciento del Gobierno, la base sobre la que se han calculado los Presupuestos. Para este año, gracias al tirón del turismo, el supervisor mejora sus previsiones hasta el 4,5 por ciento, pero confirma que la inflación seguirá en niveles más altos de lo esperado y durante más tiempo, con un 8,7 por ciento este año, que se moderará hasta el 5,6 en 2023. En cuanto al empleo, la tasa de paro se estancará por debajo del 13 por ciento, pero el organismo alerta de que la recuperación de los niveles previos a la pandemia no llegará hasta 2024.