Tres terremotos seguidos han sacudido esta mañana Nueva Zelanda. El más fuerte de todos de magnitud 8,1. Ha sucedido en la Isla Norte del país. La sacudida ha sido tan potente que ha hecho saltar las alarmas por un posible tsunami, que ha pillado por sorpresa a los bañistas. Las autoridades comenzaban entonces a evacuar a miles de neozelandeses, buscando refugio en las zonas más altas de la isla. Pero unas horas después, la agencia de emergencias ha anulado la alerta ante el descenso del riesgo. Las olas más grandes ya habían pasado y a todas las personas que fueron evacuadas se les ha permitido regresar a sus hogares. Sin embargo, mantienen la recomendación de alejarse de la playa y la costa. Por el momento, no se ha notificado ningún daño grave en una región que experimenta unos 14.000 terremotos cada año.