Ucrania sigue golpendo a la flota rusa en el Mar Negro. El último ataque ha sido con drones contra una pequeña embarcación, junto a la Isla de las serpientes, muy cerca de Odesa, donde un misil hacía blanco en las últimas horas en otro de los buques insignia de su armada, el acorazado Makarov. Rusia responde a estos ataques bombardeando la ciudad de Odesa.

Mientras los combates en el Dombás y más al norte en Jarkov se intensifican, los tanques rusos siguen asediando la acería de Mariupol, donde resisten con cánticos patrióticos un número indeterminado de soldados y familias, tras la reciente evacuación de 50 civiles, entre ellos once niños.

El presidente Zelenski asegura estar trabajando porla vía diplomática para tratar de evacuar de forma segura a los militares en la ciudad sitiada.

La caída total de Mariupol es clave para los planes de Moscú de crear un puente terrestre hasta Crimea. Y un logro para la propaganda del Kemlin que prepara su gran desfile del lunes en Moscú para conmemorar la victoria sobre las nazis en la segunda guerra mundial.